Domingo IV de Pascua - Ciclo B
Lecturas:
Hch. 4,8-12
1 Jn 3,1-2
Jn 10,11-18
Este Domingo nos recuerda que tenemos necesidad de un Pastor. Ansiamos la VIDA plena, pero no conocemos el camino para llegar a ella. Dios nos regala un BUEN Pastor. “Bueno” porque no nos quiere sacar nada sino que lo da todo. “Bueno” porque nos llama por nuestro nombre. En Él fuimos creados y sólo Él conoce el gran proyecto del amor del Padre para cada uno. Si estamos atentos, este Pastor nos habla y nos guía: en su Palabra, en lo que nos pasa en la vida, en los hermanos con los que compartimos el camino.
¡Qué lindo es pensar nuestra vida así! Unidos a Jesús, el Buen Pastor, somos un regalo de Dios para los demás. Somos pastores si con nuestra entrega desinteresada y comprometida los ayudamos a encontrar el camino de la Vida.
Nuestra súplica hoy se hace más fuerte cuando como Iglesia pedimos: ¡Padre, danos muchos buenos pastores, muchos jóvenes que quieran configurarse a tu Hijo, para que en el sacerdocio o en la vida consagrada quieran ser un don de tu amor para sus hermanos!
P. Daniel Gazze
P. Daniel Gazze
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