San Juan Crisóstomo (hacia 345- 407), presbítero en Antioquia y obispo de Constantinopla
Homilías sobre san Mateo. Nº 61como nosotros perdonamos a quienes nos ofenden»
Cristo nos pide dos cosas: condenar nuestros pecados y perdonar los de los otros; hacer la primera cosa a causa de la segunda, que así será más fácil, porque el que se acuerda de sus pecados será menos severo hacia su compañero de miseria. Y perdonar no sólo de palabra, sino desde el fondo del corazón, para no volver contra nosotros mismos el hierro con el cual queremos perforar a los otros. ¿Qué mal puede hacerte tu enemigo que sea comparable al que tú mismo te haces? Si das rienda suelta a tu indignación y a tu cólera, quedarás herido no por la injuria que te ha hecho, sino por el resentimiento que tú guardas.
No digas, pues: «Me ha ultrajado, me ha calumniado, me ha hecho cosas miserables» Cuanto más vas diciendo que te ha hecho daño, más demuestras que te ha hecho bien puesto que te ha dado ocasión de purificarte de tus pecados. Así, cuanto más te ofende, más te pone en estado de obtener el perdón de Dios por tus faltas. Porque si queremos, nadie nos puede hacer daño; incluso nuestros enemigos nos prestan un gran servicio... Considera, pues, cuántas ventajas sacas si sabes soportar humildemente y con dulzura una injuria.
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