Con la Solemnidad de Cristo Rey, que celebramos ayer, se termina el Tiempo Ordinario y comienza el Nuevo Año Litúrgico con el tiempo de Adviento.
Durante este período tan especial, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre el tiempo y darnos cuenta de que somos parte de la eternidad. Dios siempre nos lleva adelante. El calendario litúrgico es una forma de ver cómo Dios camina a nuestro lado. La liturgia constantemente nos llama a adentrarnos en este caminar hacia lo infinito.
Debemos darnos cuenta de que este tiempo de Adviento es una invitación al recogimiento que nos permitirá recibir mejor al Salvador del Mundo.
Durante este período tan especial, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre el tiempo y darnos cuenta de que somos parte de la eternidad. Dios siempre nos lleva adelante. El calendario litúrgico es una forma de ver cómo Dios camina a nuestro lado. La liturgia constantemente nos llama a adentrarnos en este caminar hacia lo infinito.
Debemos darnos cuenta de que este tiempo de Adviento es una invitación al recogimiento que nos permitirá recibir mejor al Salvador del Mundo.
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