Nuestra Señora de Belén

Horarios de Misa

Jueves: 19.30hs.
Sábados: 20 hs.
Domingos: 10 hs. Misa para niños, y 20 hs.

Confesiones: después de Misa.

Bautismos: segundo y cuarto domingo de cada mes.


Secretaría Parroquial


Jueves: 18.30 a 20 hs.
Sábados: 18.30a 20 hs.
Domingos: 11 a 12 hs.


CARITAS

Martes de 14 a 18 hs.



Nuestro Párroco

Pbro. Daniel Gazze



A todos los que ingresen a esta página:


*** BIENVENIDOS ***

_______________________________________________________

:: Homilías ::

(Clickear sobre la Biblia para leer las lecturas)


_____________________________________________

domingo, 27 de noviembre de 2011

Homilía Dominical

Domingo I de Adviento - Ciclo B


Lecturas

Isaías 63,16-17.19. 64:2-7
Salmo 80, 2-3, 15-16, 18-19
I Corintios 1, 3-9
Marcos 13,33-37


Al comenzar el Adviento la Palabra de Dios nos dirige la atención no tanto a la primera venida del Señor que celebraremos en la Navidad sino más bien a la segunda en la que, como dice el prefacio de este tiempo, pasará la figura de este mundo y nacerán los cielos nuevos y la tierra nueva. El momento no lo sabemos, afirma hoy el Evangelio, por eso lo importante es estar prevenidos, permanecer vigilantes, como el portero que siempre está atento al que llama a la puerta. Para que no nos sorprenda la segunda venida, hay que estar prontos para recibir a Jesús que viene ahora a nuestro encuentro, al decir de la Liturgia, en cada hermano y en cada acontecimiento.

La alegoría del portero, nos sirve bien para ilustrar algunos peligros de los cuales precavernos. En primer lugar un portero no cumple con su trabajo si está ausente de su puesto. También nosotros podemos estar ausentes de nuestro corazón, desperdigados en superficialidades. Sin oración ni interioridad es imposible la apertura a la gracia de Dios que cada día viene a visitarnos. Nuestra vida transcurre a la deriva, sin la dirección del timón de decisiones meditadas y libres.

Otra posibilidad es que haya mucho ruido en el interior como para escuchar al dueño que llama. En este caso el portero no ha preguntado quién golpeaba y ha dejado pasar a extraños que se han apropiado de la casa. Es la situación en la que a veces nos encontramos cuando hemos consentido en preocupaciones y tentaciones que nos apartan de Dios y pasan a gobernar nuestra vida.

Puede también que el servidor esté dormido. Cuando nos dormimos el puesto de la realidad lo ocupan nuestros sueños. Al dormirnos en nuestra vida cristiana la única realidad que consideramos es la del mundo tangible que pasa. El Reino de Jesús que viene y la presencia de Dios en nuestra vida se desdibujan, son fantasmas que no nos sirven para encontrar seguridades en los problemas cotidianos.

Por último, puede darse que el portero decida tomarse un descanso y desconectar el timbre pretendiendo que nadie lo moleste. Es la actitud que tomamos cuando, consciente o inconscientemente, no queremos que Dios nos pida un pasito más de crecimiento como hijos suyos y hermanos de todos. Hemos decidido que en nuestra vida de fe hemos llegado “hasta acá” y así está bien. Nos olvidamos de la experiencia de Pablo: a Jesús se lo encuentra sólo corriendo hacia adelante.

En este Adviento nos guía María. Ella recibió con prontitud la visita del Ángel porque esperaba a Dios con ansias de encontrarse más profundamente con Él. Por eso pudo entrar y habitar como su dueño en su vientre y en su corazón.

P. Daniel Gazze


No hay comentarios:

Publicar un comentario