Nuestra Señora de Belén

Horarios de Misa

Jueves: 19.30hs.
Sábados: 20 hs.
Domingos: 10 hs. Misa para niños, y 20 hs.

Confesiones: después de Misa.

Bautismos: segundo y cuarto domingo de cada mes.


Secretaría Parroquial


Jueves: 18.30 a 20 hs.
Sábados: 18.30a 20 hs.
Domingos: 11 a 12 hs.


CARITAS

Martes de 14 a 18 hs.



Nuestro Párroco

Pbro. Daniel Gazze



A todos los que ingresen a esta página:


*** BIENVENIDOS ***

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:: Homilías ::

(Clickear sobre la Biblia para leer las lecturas)


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jueves, 31 de marzo de 2011

Informe Económico - marzo de 2011

Publicamos, a continuación, el informe económico del mes de marzo de 20011.

¡GRACIAS a todos por su generosa colaboración!


A B C
1 INFORME ECONOMICO MES: MARZO 2011
2


3 I N G R E S O S

4 Colectas Misas $ 5,341.05
5 Donaciones- Estipendios Misas $ 238
6 Sostenimiento del culto (2%) $ 2,111.00
7


8 TOTAL $ 7,690.05
9


10 E G R E S O S

11 Gastos de Secretaría $ 854.6
12 Gastos Sacristía $ 54
13 Sueldos $ 1,550
14 Sostenimiento Culto

15 Arzobispado 1/3- Estipendio Misas $ 823
16 Vario:Tablón Catequesis, Césped Vía Muerta

17 Material,mano de Obra- Hierro Galería- Cable

18 Micrófono $ 2,420
19 TOTAL $ 5,701.60
20 SUPERAVIT DEL MES $ 1,988.45
21


Pastoral del Matrimonio y la Familia

"La familia, hoy más que nunca,
está llamada a ser célula viva de la sociedad."

Mañana, primer sábado del mes, el equipo de Pastoral del Matrimonio y la Familia se reúne en la parroquia al terminar la celebración de la Misa.

¡ESTÁN TODOS INVITADOS!

martes, 29 de marzo de 2011

Matrimonio y vida, retos actuales en América Latina según el Papa

Benedicto XVI pide a los obispos no escatimar esfuerzos en defensa de la familia

CIUDAD DEL VATICANO / BOGOTÁ, martes 29 de marzo de 2011 (ZENIT.org).-

La pastoral familiar es imprescindible en la evangelización de la sociedad actual, por lo que la Iglesia no debe ahorrar esfuerzos en este campo.

Así lo afirma el Papa Benedicto XVI en el mensaje hecho público hoy por la Santa Sede, dirigido al Encuentro de obispos responsables de las Comisiones Episcopales de Familia y Vida de América Latina y el Caribe, que se está celebrando esta semana en Bogotá (Colombia), promovido por el CELAM y el Consejo Pontificio para la Familia.

El Papa constata que hoy “los hogares sufren cada vez más situaciones adversas provocadas por los rápidos cambios culturales, por la inestabilidad social, por los flujos migratorios, por la pobreza, por programas de educación que banalizan la sexualidad y por falsas ideologías”.

“No podemos quedar indiferentes ante estos retos”, exhorta el Pontífice.”Ningún esfuerzo, por tanto, será inútil para fomentar cuanto contribuya a que cada familia, fundada en la unión indisoluble entre un hombre y una mujer, lleve a cabo su misión de ser célula viva de la sociedad”, donde “la vida humana sea acogida y protegida, desde su inicio hasta su fin natural”.

La pastoral familiar, añadió, “tiene un puesto destacado en la acción evangelizadora de cada una de las distintas Iglesias particulares, promoviendo la cultura de la vida y trabajando para que los derechos de las familias sean reconocidos y respetados”.

Por último, pide que la misión continental promovida en Aparecida sirva para “avivar en los amados países latinoamericanos y del Caribe la pastoral matrimonial y familiar”.

Indica para ello la necesidad de “incrementar la formación de todos aquellos que, de una u otra forma, se dedican a la evangelización de las familias”, y fomentar la “colaboración con todos los hombres y mujeres de buena voluntad para seguir tutelando intensamente la vida humana, el matrimonio y la familia en toda la región”.

“La Iglesia cuenta con los hogares cristianos, llamándolos a ser un verdadero sujeto de evangelización y de apostolado e invitándolos a tomar conciencia de su valiosa misión en el mundo”, concluye el Papa.

En su intervención, el cardenal Ennio Antonelli, presidente del Consejo Pontificio para la Familia, subrayó la importancia de proponer en cada parroquia familias “ejemplares” que vivan en coherencia la fe, como un testimonio para la sociedad.

El encuentro, que comenzó ayer lunes, concluirá el viernes 1 de abril.

Via Crucis


Todos los martes de Cuaresma, a las 19 hs., se reza el Via Crucis en el templo.

Los esperamos para compartir juntos esta práctica cuaresmal.

lunes, 28 de marzo de 2011

Benedicto XVI exhorta a estimar el “valor pedagógico” de la confesión



Recibió en audiencia a los participantes en el Curso sobre el Fuero Interno

CIUDAD DEL VATICANO, lunes 28 de marzo 2011 (ZENIT.org).-

“El valor pedagógico de la Confesión sacramental” es el elemento principal que el Papa Benedicto XVI ha querido destacar en el discurso que dirigió, al recibirlos en audiencia el pasado viernes, a los participantes en el Curso sobre el Fuero Interno, promovido por la Penitenciaria Apostólica y que se ha desarrollado del 21 al 25 de marzo.

Para el Pontífice, se trata de “un aspecto que quizás no se ha considerado suficientemente, pero que es de gran relevancia espiritual y pastoral”, porque el confesionario puede ser “un 'lugar' real de santificación”.

“¿De qué modo educa el Sacramento de la Penitencia?”, preguntó. “¿En qué sentido tiene su celebración, un valor pedagógico, antes que nada para los ministros?”.

Para responder a estas preguntas, sugirió “comenzar desde el reconocimiento de que la misión sacerdotal constituye un punto de observación único y privilegiado, del cual, cotidianamente, se da la contemplación del esplendor de la Misericordia divina”.

“En el fondo -reconoció- confesar significa asistir a tantas professiones fidei cuantos son los penitentes, y contemplar la acción de Dios misericordioso en la historia, tocar con la mano los efectos salvíficos de la Cruz y de la Resurrección de Cristo, en todo tiempo y para cada hombre”.

“Escuela” para el sacerdote

“Conocer y, en cierto modo, visitar el abismo del corazón humano, incluso en los aspectos oscuros”, observó el Papa, “si por un lado pone a prueba la humanidad y la fe del mismo sacerdote, por el otro lado alimenta en él la certeza de que la última palabra sobre el mal del hombre y de la historia es de Dios, y de su Misericordia, capaz de hacer nuevas todas las cosas”.

De las confesiones, de hecho, el sacerdote puede aprender mucho, sobre todo “de penitentes ejemplares de su vida espiritual, de la seriedad con la que conducen su examen de conciencia, de la transparencia en el reconocimiento del propio pecado y por la docilidad hacia la enseñanza de la Iglesia y las indicaciones del confesor”.

“¡De la administración del Sacramento de la Penitencia podemos recibir profundas lecciones de humildad y de fe!”, exclamó, definiéndola como “una llamada muy fuerte para todo sacerdote a la conciencia de la propia identidad”.

“Nunca, sólo por la fuerza de nuestra humanidad, podremos escuchar las confesiones de los hermanos!”, prosiguió el Pontífice.

“Si estos se acercan a nosotros es sólo porque somos sacerdotes, configurados en Cristo Sumo y Eterno Sacerdote, y capaces de actuar en su Nombre y en su Persona, de hacer realmente presente a Dios que perdona, renueva y transforma”.

Penitentes

En cuanto el valor pedagógico para los penitentes, el Pontífice advirtió que es necesario admitir que “esto depende, antes que nada, de la acción de la Gracia y de los efectos objetivos del Sacramento en el alama del fiel”.

“La Reconciliación sacramental es uno de los momentos en los que la libertad personal y la conciencia de uno mismo están llamadas a expresarse en un modo particularmente evidente. Y quizás también por esto, en una época de relativismo y, por consiguiente, de una conciencia atenuada del propio ser, se debilita también la práctica sacramental”.

En este contexto, “un importante valor pedagógico” tiene el examen de conciencia, que “educa a mirar con sinceridad la propia existencia, a confrontarla con la verdad del Evangelio y a valorarla con parámetros no sólo humanos, sino tomados de la Revelación divina”.

“La confrontación con los Mandamientos y con las Bienaventuranzas y, sobre todo, con el Precepto del amor, constituye la primera gran 'escuela penitencial'”.

La confesión íntegra de los pecados, además, “educa al penitente a la humildad, al reconocimiento de la propia fragilidad y, al mismo tiempo, a la conciencia de la necesidad del perdón de Dios y a la confianza de que la Gracia divina puede transformar la vida”.

En época caracterizada “por el ruido, la distracción, la soledad, el coloquio del penitente con el confesor puede ser una de las pocas, sino la única ocasión de ser escuchado de verdad y en profundidad”.

Por este motivo, ha pedido a los sacerdotes que le den “el espacio adecuado al ejercicio del ministerio de la Penitencia en el confesionario: ser acogidos y escuchados constituye también un signo humano de la acogida y de la bondad de Dios hacia sus hijos”.

El saludo del Penitenciario Mayor

En su saludo al Papa, como cuenta el L'Osservatore Romano, el cardenal Fortunato Baldelli, penitenciario mayor, recordó que “cada confesor, para desarrollar bien y fielmente su ministerio, debe procurarse la ciencia y la prudencia necesaria para este objetivo”.

El purpurado presentó al Pontífice, sacerdotes de 242 diócesis de 68 naciones que participan anualmente en el Curso sobre el Fuero Interno y afirmó que “la preparación doctrinal del confesor es absolutamente indispensable”.

Tras la estela del Papa Pío V, que afirmaba “dadme buenos confesores y renovaré los fundamentos de la Iglesia”, la Penitenciaria promueve cada año, estas jornadas de estudio sobre el sacramento de la Penitencia, recordó.

“Con viva satisfacción destacamos que los frutos de estos encuentros anuales tienen una respuesta concreta en la actividad cotidiana de nuestro dicasterio, que es interpelado con creciente interés y conocido por su misión fundamental en la Iglesia que es la salus animarum”, destacó.

domingo, 27 de marzo de 2011

Homilía Dominical

Domingo III de Cuaresma - Ciclo A

Lecturas

Ex 17, 3-7
Rm 5, 1-2.5-8
Jn 4, 5-42


Estos últimos domingos de Cuaresma vamos a escuchar el Evangelio de San Juan, tan rico en símbolos, que nos ayudará a meditar en la gracia que hemos recibido en nuestro Bautismo.
Jesús se encuentra hoy, "fatigado del camino", junto a un pozo de agua, con una mujer samaritana, le pide de beber y a la vez le ofrece un agua que brotará hasta la Vida eterna.
Si prestamos atención nos damos cuenta de que una situación parecida se vuelve a repetir en el momento de la Pasión. Poco antes de "entregar su Espíritu" el Señor exclama "tengo sed" y de su costado herido brota sangre y agua. Sangre, signo de la vida entregada, y agua, signo del Espíritu que en el Bautismo nos hace hijos de Dios.
Interpretando con este trasfondo el relato de hoy, podemos sacar varias enseñanzas. La primera es que el encuentro con esta mujer no ha sido casual. Jesús se ha fatigado en el camino para encontrarse con ella, alguien con quien la relación estaba rota por su pertenencia al pueblo de los samaritanos, considerados idólatras por los judíos. Y no sólo habla con ella, también le pide, le suplica.
Cuando alguien rompe culpablemente una relación de amor con nosotros, ¿hacemos esfuerzos para acercarnos y además suplicarle? En esta Pascua vamos a celebrar que Dios, en la cruz de Jesús, hace un largo camino y se fatiga hasta la muerte para encontrarse con nosotros -que, como la samaritana, en muchos aspectos estamos buscando un agua que se agota-, para ofrecernos el agua que brota hasta la Vida eterna.
Pero para que la relación quede restablecida, el Señor necesita despertar en ella la sed de esa agua viva y es por eso que pide. Como dijo San Gregorio de Nacianzo: "Tiene sed de su sed". ¡Qué distinto este Dios al que a veces nos imaginamos desinteresado de nuestra salvación y amenazándonos con castigos!
Finalmente, la mujer se da cuenta de que su sed más profunda es la de adorar al Padre en Espíritu y en verdad, y que tiene delante al único que le puede dar este Espíritu. Así nosotros, en esta Cuaresma, a través de las obras de penitencia que la Iglesia nos propone, queremos reavivar en nuestros corazones esta sed profunda de vivir como hijos del Padre, de esta agua que brota de la Pascua de Jesús, del Espíritu que recibimos en el Bautismo y nos da Vida eterna.

"Señor, dame de esa agua."

P. Daniel Gazze

sábado, 26 de marzo de 2011

Evangelio Ilustrado



¡Yo cumplo la voluntad de Dios!

Evangelio según San Juan (4,5-42)


(Clickear sobre la imagen para ver tamaño completo)



El Agua Viva


Un tema central en la vida del cristiano es comprender el significado de la primacía de Dios, es decir, lo que Él es, pero también lo que él es para mí. Estamos acostumbrados a valorar nuestro esfuerzo como medio para obtener resultados. Esto no está mal, pero si sólo ponemos el acento en ello podemos quedarnos encerrados en un voluntarismo que nos debilita y nos impide encontrar una respuesta plena a nuestras aspiraciones.

Primero nos alegramos porque lo que hemos conseguido, pero después nos queda el gusto a poco, no nos sacia plenamente, esperamos algo más. Esto se debe a que estamos abiertos, en cuento seres espirituales, a una respuesta que no encontramos en el mundo que nos rodea. Somos peregrinos de lo infinito.

Al constatar esta inadecuación entre el deseo del hombre y la respuesta que recibe, alguien dijo que el hombre era un ser absurdo, una pregunta con ansias de infinito sin una respuesta a nivel de sus expectativas. Algunos hablaron del drama del humanismo sin Dios, es decir, el hombre es un ser espiritual que al no encontrar una respuesta a su medida, no tiene sentido. La dimensión espiritual es una riqueza que debemos saber leer en el hombre para alcanzar plenamente su vocación en este mundo. Aquí veo la importancia y el valor de la fe, en cuanto nos introduce en ese ámbito superior que nos permite comprender y vivir la dimensión espiritual del hombre. La fe no niega la razón sino que la supone, pero ella es el camino que nos abre al encuentro de esa repuesta a nuestra condición espiritual. La fe, por ello, da sentido a la vida hombre porque lo abre a un encuentro único y personal con Dios.

Esta reflexión me ayuda a comprender el evangelio de este domingo, que nos habla del encuentro de Jesús con la Samaritana. Solo retengo un aspecto de ese rico diálogo, aquel que se refiere al "Agua Viva". Luego de pedirle Jesús agua a la mujer, le dice: "El que beba de esta agua, refiriéndose al pozo de donde la sacaba, tendrá nuevamente sed, pero el que beba del agua que yo le daré, nunca más volverá a tener sed" (Jn. 4, 13). Esta imagen tiene en cuenta, precisamente, esa capacidad espiritual del hombre que no queda satisfecha con la sola agua material, volverá a tener sed. ¿Ahora bien, existe esa otra Agua, y dónde la podemos encontrar?

San Agustín en sus Confesiones nos cuenta como encontró esa Agua en su vida y lo expresó diciendo: "Señor, tú me has creado para Ti (conciencia de su dimensión espiritual), y mi corazón estaba inquieto, (es decir, no llegaba a saciar su sed), hasta que no descansó en Ti (cuando encontró la fuente del Agua Viva)" (Conf. 1, 1,1). En ese momento descubre que su vida ya no es una pregunta sin respuesta, menos un absurdo, sino la de un ser único y personal con un destino trascendente grabado en su corazón. Creo que estas reflexiones nos pueden ayudar a conocernos como seres espirituales creados por Dios, y a valorar la riqueza de esa Agua Viva que nos ha sido comunicada por Jesucristo y se ofrece a nuestra libertad.

Reciban de su Obispo, junto a mi afecto y oraciones, mi bendición en el Señor Jesús y María Santísima, Nuestra Madre de Guadalupe.


Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

viernes, 25 de marzo de 2011

Benedicto XVI pide a los sacerdotes que impulsen el sacramento de la Confesión




Anunciación del Señor

Fiesta de la Encarnación del Verbo de Dios
y del fiat de María


Vitral de la Iglesia de la Reconciliación
Taizè, Francia


El de María:
¡un gran día para toda la humanidad!

La noche se alejó y la suave luz del amanecer empezó a iluminar un nuevo día. Un nuevo día que parecía como uno más pero que sería el día de todos los días. ¡El gran día para la Humanidad!

Fresca la mañana, limpia la brisa en ese día de días. Día de primavera, 25 de marzo. No hubo trompetas, no hubo cañonazos, no hubo concentración de millares de personas como en los grandes eventos. Fue discretamente, sencilla y naturalmente, como suelen ser todas las cosas grandes de Dios.

Una virgen en oración. Un lugar: Nazaret, ciudad de Palestina. Y el arcángel Gabriel como embajador de Dios. Un saludo: -¡Dios te salve María, llena eres de gracia! Y con este saludo, una petición de colaboración.

El Misterio de amor y de misericordia, prometido al género humano miles de años atrás y anunciado por tantos profetas, se iba a hacer realidad.

Creo yo que todo quedó en suspenso. La naturaleza, el aire, el universo en pleno tuvieron que contener su aliento vital en la espera de oír la respuesta de María. Los labios de la virgen se movieron, primero para aclarar una duda, pero una vez que esta fue disipada, volvió a hablar para dar su consentimiento a esa misión celestial.

María, la llena de gracia, aceptaba humildemente el Gran Designio para el que se le pedía su cooperación, sin envanecimiento porque sabía que la realeza y la gloria de su gracia pertenecían a Dios, venía de Dios.

Y María dijo: "He aquí la esclava del Señor, hágase en mí según Tu Palabra".

Necesariamente tuvo que haber habido un estremecimiento en todo el orbe. Los cielos y la tierra, la creación entera tuvo que conmoverse en ese grandioso momento. Y en ese instante, de allá del Seno del Padre, el Espíritu Santo descendió y cubrió a la siempre virgen, a la llena de gracia, con su sombra y el Verbo de Dios quedó para siempre unido a la raza humana.

El Hijo de Dios, el Hijo de María, daba comienzo a su vida de hombre, sin dejar de ser Dios, en el seno de esta mujer escogida por el Altísimo para cooperar, para cocrear con Dios con su libre consentimiento y ser desde el instante de este ¡Fiat!, corredentora de la Humanidad.

Después ... después pasaron muchas cosas. Todas las que estaban escritas, pero los cristianos no podemos, no debemos olvidar ese día, ese momento y mucho menos a la siempre virgen, a la llena de gracia, a María, la Madre de Dios y Madre nuestra.

Por eso el Papa Juan Pablo II tenía una muy especial devoción al "Angelus", esa oración que se dice al comenzar el día, al tiempo del mediodía y cuando el día está en el ocaso:

"El ángel del Señor anunció a María."
"Y concibió por gracia del Espíritu Santo." Y se reza un Ave María.

"He aquí la esclava del Señor."
"Hágase en mí según Tu Palabra." Otro Ave María.

"Y el Verbo se hizo carne."
"Y habitó entre nosotros." Y se termina con un Ave María.

Sencilla oración. Diario recuerdo amoroso a nuestra Madre, la Virgen María.

Cuando esta bella oración del Angelus se extienda por todo el mundo, cuando esto suceda... nuestro mundo será mejor.


Autor: María Esther De Ariño | Fuente: Catholic.net

jueves, 24 de marzo de 2011

¡Para agendar y participar!



RETIRO DE CUARESMA
en la Parroquia

Viernes 25 de marzo, a las 17 hs.

Traé Biblia y equipo de mate.

El retiro culmina con la celebración de la Misa a las 20 hs.


¡TE ESPERAMOS!

martes, 22 de marzo de 2011

2011: Año de la Vida Humana


ORACIÓN POR LA VIDA


Oh María,
aurora del mundo nuevo,
Madre de los vivientes,
a Ti confiamos la causa de la vida:
mira, Madre, el número inmenso
de niños a quienes se impide nacer,
de pobres a quienes se hace difícil vivir,
de hombres y mujeres víctimas
de violencia inhumana,
de ancianos y enfermos muertos
a causa de la indiferencia o
de una presunta piedad.
Haz que quienes creen en tu Hijo
sepan anunciar con firmeza y amor
a los hombres de nuestro tiempo
el Evangelio de la Vida.
Alcánzales la gracia de acogerlo
como don siempre nuevo,
la alegría de celebrarlo con gratitud
durante toda su existencia
y la valentía de testimoniarlo
con solícita constancia, para construir,
junto con todos los hombres de buena voluntad,
la civilización de la verdad y del amor,
para alabanza y gloria de Dios, Creador
y amante de la vida.

Juan Pablo II


25 de marzo

Fiesta de la Anunciación
Día del niño por nacer


Celebrar la vida desde el comienzo

Desde hace algunos años, ha quedado establecido en el calendario de nuestro país, el 25 de marzo, como el día del niño por nacer. Pero desde hace muchos siglos, los cristianos celebramos en esa fecha, la fiesta de la Anunciación, recordando el momento en el que el ángel le pregunta a María si acepta ser la Madre del Señor (Lc 1,26-38). Con el “sí” de María comienza la existencia histórica de Jesucristo, quien empieza así a vivir en el vientre de esta joven mujer de Nazareth.
Desde entonces podemos decir que Dios ha tomado partido por el hombre, por su vida, asumiendo él mismo todas las vicisitudes de la existencia humana. Dios ama la vida de tal modo, que se hizo uno de los nuestros, creciendo en el vientre de una mujer, naciendo de ella, viviendo y muriendo como todos nosotros.
Desde su nacimiento la Iglesia de Cristo entiende su misión en el mundo como una celebración, un anuncio y un servicio a la Vida. A lo largo de sus dos mil años de existencia promovió una `cultura de la vida´. Lo hizo a través de las obras de ayuda a los más necesitados, la educación de niños y jóvenes, el acompañamiento a los novios y a los matrimonios, la atención brindada a los ancianos, el interés por cuidar a los enfermos y de asistir a quienes están muriendo y muchas otras iniciativas orientadas a cuidar y promover la vida.
En continuidad con las enseñanzas de Jesús, sostenemos el valor de toda vida humana, pero nos sentimos especialmente llamados a cuidar y promover la vida frágil, expuesta o en riesgo. Por eso nos preocupa especialmente una de las etapas de mayor fragilidad, la del comienzo de la vida, frente a una mentalidad que disminuye la gravedad moral y jurídica del aborto. La celebración del día del niño por nacer debe invitarnos a la reflexión y al compromiso. A la reflexión sobre el valor de la vida y a un compromiso concreto con esta primera etapa vital tan importante. Cuidar a los niños y niñas por nacer implica en primer lugar cuidar a sus madres, promoviendo embarazos saludables, velando por la alimentación y la atención sanitaria tanto de la madre como de su hijo o hija.
Finalmente y siempre tenemos la tarea de hacer de este mundo un lugar pacífico y justo, en el que todos los niños puedan disfrutar de una vida plena. Lo dice claramente el Santo Padre Benedicto XVI: “Lamentablemente, incluso después del nacimiento, la vida de los niños sigue estando expuesta al abandono, al hambre, a la miseria, a la enfermedad, a los abusos, a la violencia, a la explotación. Las múltiples violaciones de sus derechos, que se cometen en el mundo, hieren dolorosamente la conciencia de todo hombre de buena voluntad. Frente al triste panorama de las injusticias cometidas contra la vida del hombre, antes y después del nacimiento, hago mío el apremiante llamamiento del Papa Juan Pablo II a la responsabilidad de todos y de cada uno: «¡Respeta, defiende, ama y sirve a la vida, a toda vida humana! Sólo siguiendo este camino encontrarás justicia, desarrollo, libertad verdadera, paz y felicidad» (Evangelium vitae, 5).”
En el marco del Año por la vida, celebremos este año el 25 de marzo pidiendo al Espíritu Santo, Dador de Vida, la fuerza necesaria para transformar la realidad y que cada niño y niña, encuentren al nacer, cuna, alimento y sobre todo unos brazos sanos y amorosos de padres y madres que los guíen y acompañen en su crecimiento. María, madre de Jesús y madre de todos nos acompañe en el camino. Que así sea.

Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina
25 de febrero de 2011

lunes, 21 de marzo de 2011

Semana de la Vida


En el marco del Año de la Vida, propuesto por SS Benedicto XVI y en la semana en que se celebra la Solemnidad de la Anunciación del Señor y el Día del Niño por Nacer, se han programado las siguientes actividades:

CINE–DEBATE: Proyección del documental “El grito silencioso”, Lunes 21 de Marzo, 19,30 hs. Sala Garay (San Martín 1540 Santa Fe) Invitación a público en general.

ECOGRAFÍAS EN VIVO: Miércoles 23 de Marzo – Sala Garay.

Invitación Especial para todas las instituciones educativas.

Para anotarse, comunicarse con la Junta Arquidiocesana de Educación (por mail o teléfono), desde allí se irá comunicando el horario correspondiente. Para realizar la inscripción se solicita comunicar el número exacto de alumnos y adultos acompañantes.

DÍA DEL NIÑO POR NACER: 25 de Marzo, 20 hs. Misa en la Catedral Metropolitana. Se solicita llevar ropa para bebes y madres embarazadas, para Grávida.

CANTATA POR LA VIDA: 27 de Marzo, 21 hs. Patio Catedral. Entrada libre y gratuita, se solicita colaborar con pañales y leche en polvo, para Grávida.

domingo, 20 de marzo de 2011

Homilía Dominical

Domingo II de Cuaresma - Ciclo A

Lecturas

Gn 12, 1-4
II Tim 1, 8-10
Mt 17, 1-9


Camino a la Pascua, en la que renovaremos las promesas de nuestro Bautismo, la Palabra de hoy nos invita a reflexionar sobre nuestra vocación cristiana.
Dios se dirige a Abrahán pidiéndole que deje su tierra natal y la casa de su padre. Él responde prestando su obediencia al llamado de Dios y confiando en la bendición que le promete para él y para todos los que lo bendigan, los que crean como él.
Abrahán se convierte así en padre y modelo de todos los creyentes. También nosotros, por el Bautismo, estamos llamados a salir dejando atrás el mundo, el hombre viejo, "nuestro padre", para marchar hacia el único Padre, hacia nuestra vida nueva de hijos de Dios.
En el relato de la Transfiguración, los tres apóstoles, que nos representan a todos, ven junto a Jesús a Moisés y a Elías, dos figuras del Antiguo Testamento que también supieron de salidas, de éxodos para marchar al encuentro de Dios guiando a su pueblo. Sin embargo, después de que se oyó la voz: "Éste es mi Hijo muy querido... Escúchenlo", ven que Jesús está solo. Él es la Palabra de Dios que tenemos que escuchar, obedecer, para marchar hacia la Vida nueva que Dios nos promete. Es más, al ponerse resplandeciente su rostro y blancas sus vestiduras les muestra que Él mismo es esa Vida, la vida de hijo del Padre que quiere compartir con nosotros. No por nada se nos coloca después del Lavado con agua, una vestidura blanca que ilustra la gracia recibida en el Sacramento.
Y cuál sea entonces ese camino a recorrer hacia nuestra Transfiguración definitiva, se los da a conocer cuando al bajar del monte les habla de la resurrección de entre los muertos. Seguir a Jesús muriendo y resucitando es nuestro éxodo, nuestra marcha hacia la posesión plena de la promesa. Salir de nuestro hombre viejo alejado de Dios, morir a nuestro egoísmo para vivir con el Señor nuestra entrega de amor. Para avanzar tras sus pasos también nosotros necesitamos este tipo de experiencia que tuvieron los tres apóstoles: subir al "monte", tener un tiempo para alejarnos del barullo cotidiano, para ver nuestra vida desde Dios. Estar un rato con Jesús solo, tomar fuerzas en díalogo con Él para llevar nuestra cruz y afrontar nuestras muertes.
Si nos preocupamos de crecer y ser fieles en la oración de cada día el no dejará de concedernos esta gracia. Se lo pedimos en la Eucaristía, nuestro alimento del camino.

Moisés y Elías hablan con Jesús de su Pasión cercana.

P. Daniel Gazze

Evangelio Ilustrado


¡Escuchá a Jesús!

Evangelio según San Mateo (17,1-9)


(Clickear sobre la imagen para ver tamaño completo)


sábado, 19 de marzo de 2011

San José, varón justo, custodio de Jesús y María

San José
Patrono de la Iglesia Universal

José significa "Dios me ayuda".

De San José únicamente conocemos los datos que San Mateo y San Lucas nos narran en el Evangelio. Su más grande honor es que Dios le confió sus dos más preciosos tesoros: Jesús y María. San Mateo nos dice que era descendiente de la familia de David.

Una muy antigua tradición dice que el 19 de Marzo sucedió la muerte de San José y el paso de su alma de la tierra al cielo.

Los santos que más han propagado la devoción a San José han sido: San Vicente Ferrer, Santa Brígida, San Bernardino de Siena (que escribió en su honor muy hermosos sermones) y San Francisco de Sales, que predicó muchas veces recomendando la devoción al santo Patriarca. Pero sobre todo, la que más propagó su devoción fue Santa Teresa, de Jesús que fue curada por él de una terrible enfermedad que la tenía casi paralizada, enfermedad que ya era considerada incurable. Le rezó con fe a San José y obtuvo de manera maravillosa su curación. En adelante esta santa ya no dejó nunca de recomendar a la gente que se encomendaran a él. Y repetía: "Otros santos parece que tienen especial poder para solucionar ciertos problemas. Pero a San José le ha concedido Dios un gran poder para ayudar en todo". Hacia el final de su vida, la mística fundadora decía: "Durante 40 años, cada año en la fiesta de San José le he pedido alguna gracia o favor especial, y no me ha fallado ni una sola vez. Yo les digo a los que me escuchan que hagan el ensayo de rezar con fe a este gran santo, y verán qué grandes frutos van a conseguir". Y es de notar que a todos los conventos que fundó Santa Teresa les puso por patrono a San José.

San Mateo narra que San José se había comprometido en ceremonia pública a casarse con la Virgen María. Pero que luego al darse cuenta de que ella estaba esperando un hijo sin haber vivido juntos los dos, y no entendiendo aquel misterio, en vez de denunciarla como adúltera, dispuso abandonarla en secreto e irse a otro pueblo a vivir. Y dice el Evangelio que su determinación de no denunciarla, se debió a que "José era un hombre justo", un verdadero santo. Este es un enorme elogio que le hace la Sagrada Escritura. En la Biblia, "ser justo" es lo mejor que un hombre puede ser.

Nuestro santo tuvo unos sueños muy impresionantes, en los cuales recibió importantísimos mensajes del cielo.

En su primer sueño, en Nazaret, un ángel le contó que el hijo que iba a tener María era obra del Espíritu Santo y que podía casarse tranquilamente con Ella, que era totalmente fiel. Tranquilizado con ese mensaje, José celebró sus bodas.

En su segundo sueño en Belén, un ángel le comunicó que Herodes buscaba al Niño Jesús para matarlo, y que debía huir de inmediato a Egipto. José se levantó a medianoche y con María y el Niño se fue hacia Egipto.

En su tercer sueño en Egipto, el ángel le comunicó que ya había muerto Herodes y que podían volver a Israel. Entonces José, su esposa y el Niño volvieron a Nazaret.

La Iglesia Católica venera mucho los cinco grandes dolores o penas que tuvo este santo, pero a cada dolor o sufrimiento le corresponde una inmensa alegría que Nuestro Señor le envió.

El primer dolor: Ver nacer al Niño Jesús en una pobrísima cueva en Belén, y no lograr conseguir ni siquiera una casita pobre para el nacimiento. A este dolor correspondió la alegría de ver y oír a los ángeles pastores llegar a adorar al Divino Niño, y luego recibir la visita de los Magos de oriente con oro, incienso y mirra.

El segundo dolor: El día de la Presentación del Niño en el Templo, al oír al profeta Simeón anunciar que Jesús sería causa de división y que muchos irían en su contra y que por esa causa, un puñal de dolor atravesaría el corazón de María. A este sufrimiento correspondió la alegría de oír al profeta anunciar que Jesús sería la luz que iluminaría a todas las naciones, y la gloria del pueblo de Israel.

El tercer dolor: La huida a Egipto. Tener que huir por entre esos desiertos a 40 grados de temperatura, y sin sombras ni agua, y con el Niño recién nacido. A este sufrimiento le correspondió la alegría de ser muy bien recibido por sus paisanos en Egipto y el gozo de ver crecer tan santo y hermoso al Divino Niño.

El cuarto dolor: La pérdida del Niño Jesús en el Templo y la angustia de estar buscándolo por tres días. A este sufrimiento le siguió la alegría de encontrarlo sano y salvo y de tenerlo en sus casa hasta los 30 años y verlo crecer en edad, sabiduría y gracia ante Dios y ante los hombres.

El quinto dolor: La separación de Jesús y de María al llegarle la hora de morir. Pero a este sufrimiento le siguió la alegría, la paz y el consuelo de morir acompañado de los dos seres más santos de la tierra. Por eso invocamos a San José como Patrono de la Buena Muerte, porque tuvo la muerte más dichosa que un ser humano pueda desear: acompañado y consolado por Jesús y María.


San José, el santo del Silencio


Es un caso excepcional en la Biblia: un santo al que no se le escucha ni una sola palabra. No es que haya sido uno de esos seres que no hablaban nada, pero seguramente fue un hombre que cumplió aquel mandato del profeta antiguo: "Sean pocas tus palabras". Quizás Dios ha permitido que de tan grande amigo del Señor no se conserve ni una sola palabra, para enseñarnos a amar también nosotros en silencio. "San José, Patrono de la Vida interior, enséñanos a orar, a sufrir y a callar".


Santa Teresa de Jesús, devota de San José, siempre repetía: "Parece que Jesucristo quiere demostrar que así como San José lo trató tan sumamente bien a El en esta tierra, El le concede ahora en el cielo todo lo que le pida para nosotros. Pido a todos que hagan la prueba y se darán cuenta de cuán ventajoso es ser devotos de este santo Patriarca".

"Yo no conozco persona que le haya rezado con fe y perseverancia a San José, y que haya quedado defraudada".

ORACIÓN

San José, varón casto y justo,

a quien Dios confió sus más preciados tesoros,

protégenos en esta vida

y sé refugio seguro en la hora de nuestra muerte. Amén




viernes, 18 de marzo de 2011

Día del niño por nacer


El próximo 25 de marzo, Fiesta de la Anunciación del Señor, se celebra el día del Niño por Nacer. Este día recordamos a Jesucristo, concebido de un modo único por obra de Dios, que comienza su existencia histórica en el seno de su Madre, la Virgen María. Ese día, precisamente, ha sido elegido para celebrar el comienzo de la vida con todo lo que ello significa. La vida humana no es una especie más dentro de la naturaleza, sino una realidad única y personal con un destino trascendente.

Toda la grandeza humana y espiritual de esta vida ya está presente en la fragilidad del ser naciente. Frente a una mentalidad que trata de disminuir la gravedad moral y jurídica del aborto, sentimos la necesidad de dar razones de esta verdad, como así también, de motivar el compromiso que su defensa implica.

El adelanto de la ciencia no deja lugar a dudas sobre la existencia de vida humana desde el embrión, se habla, por ello, de los derechos de un nuevo ser. Es más, se habla del estatuto ontológico y jurídico del embrión. No defendemos una ideología entre otras, nos compromete la realidad de un nuevo ser en su primer derecho, que es el derecho a la vida. Hablar de un derecho para sostener el aborto no es correcto ni justo, porque no se tiene en cuenta la existencia del nuevo ser. La justicia tiene por objeto dar a cada uno lo que le corresponde. Por ello, en este caso, el derecho a la vida del ser concebido no puede quedar supeditado a una decisión. No se puede hablar de un derecho a decidir cuando estamos ante un ser que necesita, precisamente, la protección de su vida, su primer derecho. Hay una prioridad jurídica que le corresponde, y que la sociedad y el Estado deben tutelar con sus leyes. Esta reflexión puede parecer dura, pero nace de la exigencia moral y jurídica que le corresponde al ser concebido.

Esto no significa ser insensibles frente a la incertidumbre que pueda presentar un embarazo, por el contrario, debemos crear las condiciones que prevengan y acompañen a la mujer, pero respetando siempre la dignidad del nuevo ser. Cuidar al niño por nacer implica, en primer lugar: "cuidar a la madre, promoviendo un embarazo saludable, velando por su alimentación y atención sanitaria, tanto de la madre como de su hijo" (CEA). Este tema tiene, necesariamente, una dimensión política e institucional porque en él se define no sólo una vida sino la equidad jurídica de la sociedad. No es un tema menor. Las leyes justas tienen un valor pedagógico y ejemplar. El valor de la vida humana, que es anterior a un planteo religioso, compromete los poderes del Estado. Para un cristiano, además, esta realidad está iluminada por su fe. Por ello, no es coherente un cristiano, o un político cristiano, que no asuma su responsabilidad en proclamar y defender la vida concebida. Una fe que no esté presente en todas las instancias de la vida, sobre todo en aquellas que hacen a la defensa de la vida humana en sus momentos de mayor fragilidad, es una fe que no ha sido plenamente asumida.

Queridos amigos, para celebrar el día del Niño por nacer los invito a participar de la Santa Misa que celebraré el próximo 25 de Marzo en la Iglesia Catedral, y en la que bendeciré a las madres que estén esperando el nacimiento de sus hijos. Reciban de su Obispo mi bendición en el Señor Jesús y María Santísima.


Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

jueves, 17 de marzo de 2011

Juan Pablo II: hombre de intensa vida interior

Juan Pablo II, en su visita a la ciudad de Paraná, 1987.
La beatificación de Juan Pablo II: acoger la bondad de Dios
Los obispos portugueses divulgan una nota pastoral para la ocasión

ROMA, miércoles 16 de marzo de 2011 (ZENIT.org).-

La beatificación de Juan Pablo II, el 1º del próximo mayo, es una oportunidad para dar gracias y acoger la bondad de Dios, que suscita personas disponibles para señalar a Cristo como un camino seguro.

Es lo que se lee en la Nota Pastoral de la Conferencia Episcopal Portuguesa (CEP) con ocasión de la beatificación de Juan Pablo II, difundida el pasado martes por el organismo episcopal, reunido en Fátima en un retiro espiritual.

Beatificando a Juan Pablo II, afirma la Nota, la Iglesia “está destacando algunos rasgos de una santidad particular, considerando que no sólo merece ser conocida y admirada, sino que puede ser luz que guía y estimula a caminar en el camino de conversión al amor de Dios y del servicio a los hombres y mujeres de nuestro tiempo”.

La santidad, indica el texto, “es el fruto de la relación entre la gracia de Dios y la Libertad humana”.

Características

Destacando algunas características de la santidad de Juan Pablo II, la Nota Pastoral afirma que Wojtyla fue “un hombre de una intensa vida interior que se transmitía”.

“¿Quién no recuerda de que modo intenso y profundo celebraba la Eucaristía, como se recogía en la oración durante mucho tiempo, allá donde estuviese, y la devoción con la que hablaba espontáneamente de Cristo y de la Virgen?”.

“Al mismo tiempo, manifestaba una capacidad de comunicación personal, del mismo modo cuando estaba delante de las multitudes que cuando estaba solo, atrayendo magnéticamente a muchos jóvenes, entre los cuales muchos se manifestaban como lejanos a la Iglesia”.

El texto de la CEP destaca también que Juan Pablo II fue “un profeta de intervenciones audaces en nombre de la justicia y de la paz”.

“En las primeras palabras que dijo al pueblo reunido en la Plaza San Pedro, justo después de haber sido elegido Papa, nos exhortó de esta manera: '¡No tengáis miedo!'. Y el fue un hombre sin miedo, que afrontó muchas y difíciles situaciones políticas, sociales y morales”.

“Y fue un hombre valiente, sin miedo, con respecto a las políticas internacionales, en particular en el Este de Europa. No hay dudas sobre su papel en la caída del régimen comunista totalitario, en la promoción de los derechos humanos y en la defensa de la vida y de los valores morales”.

“Señalando siempre vías de reconciliación y de paz, viajó por todo el mundo, corriendo riesgos de todo tipo en la misión de Jesucristo, una acción sin descanso en la nueva evangelización”, destaca la Nota.

Para los obispos de Portugal, el Papa polaco fue un “servidor del amor y de ternura para con los más débiles y de perdón a los enemigos”.

“Juan Pablo II siempre manifestó una particular atención y un afecto especial por los niños, los más pobres y los frágiles. Era conmovedor cuando, lleno de alegría y seriedad, se salía del protocolo y tocaba a los niños y los enfermos”.

La CEP añadió que el Pontífice fue “un testigo de la alegría en la salud y en la enfermedad, con el máximo respeto por la vida”.

Afrontó su enfermedad de “modo humilde y sereno”, aceptó “su imagen desfigurada, su propia incapacidad de hablar, sin avergonzarse de presentar su verdad públicamente, solidario con todos los que sufren”.

“Luchó hasta el final sin dejar de estar presente para transmitir la fe, la certeza del amor de Dios, en todas las circunstancias, también las que el mundo pretende olvidar o a las que ha quitado la dignidad”.

“También cuando ya estaba gravemente enfermo e iba a dejar este mundo, nos dio lecciones elocuentes, como maestro y pastor hasta el final”.

Acogida

Comentando el testimonio de vida de Juan Pablo II, la CEP destaca que la santidad “no está reservada a un grupo restringido de genios y héroes de la virtud. Con la gracia de Dios, está al alcance de todos dar una alta calidad de amor a la vida común”.

“La beatificación del Papa Juan Pablo II es una llamada y una oferta que la Iglesia hace a todos los hombres y a todas las mujeres de buena voluntad. Estamos invitados a dar gracias a Dios por la vida y la acción de este Papa, por todo el bien y el estímulo que nos continúa transmitiendo con su ejemplo y su intercesión”.

“Estamos también invitados a dar gracias y a acoger la bondad de Dios que, de nuevo, se muestra atento a nuestras necesidades y alegrías, tristezas y esperanzas, suscitando siempre, en el momento justo, personas disponibles para indicar de forma renovada, a Jesucristo, camino seguro, verdad luminosa y vida abundante”, afirma la Nota.

Concluyendo el texto, los obispos portugueses invitan a los fieles a implicarse en la conmemoración de la beatificación, en ámbito nacional, en una celebración que se desarrollará en Fátima el próximo 13 de mayo.

“María, Madre de Dios y Madre de la Iglesia, nos inspire a proseguir en este camino de santidad al que Dios nos llama en la vida común de nuestra cotidianidad” espera el episcopado.


martes, 15 de marzo de 2011

Esta semana...



¡Comenzamos los encuentros con Jesús!

2º y 3º años de Catequesis
  • Martes 15 de marzo, 16 hs.
  • Jueves 17 de marzo, 16 hs.
  • Sábado 19 de marzo, 9 y 10.30 hs.
1º año de Catequesis

Dará comienzo con la celebración de la Misa para Niños el día Domingo 20 de marzo, a las 10 hs.

  • Martes 22 de marzo, 16 hs.
  • Sábado 26 de marzo, 9 y 10.30 hs.
  • Jueves 31 de marzo, 16 hs. (debido a que el jueves 24 de marzo es feriado nacional)

domingo, 13 de marzo de 2011

Homilía Dominical

Domingo I de Cuaresma - Ciclo A

Lecturas

Gn 11, 2,7-9.3,1-7
Rm 5, 12-19
Mt 4, 1-11


Al comenzar la Cuaresma, la primera lectura de este Domingo nos habla del jardín en el que Dios colocó al hombre creado por Él. Allí sucumbe ante el tentador, sospecha de que la voluntad de Dios no es la plenitud de su vida y rompe la relación de intimidad y confianza que los unía.

El relato evangélico, en cambio, está situado en el desierto. ¿No es allí acaso donde temina el hombre cuando por el pecado deja el jardín que Dios había pensado para él? Ahora hay que hacer un camino de vuelta, hay que atravesar el desierto para llegar a la tierra prometida, hay que vencer al tentador para volver a poner la confianza en la voluntad del Padre y llegar al gozo de su Casa. Y allí, en medio del desierto, está Jesús, llevado por el Espíritu, para vencer por nosotros y en nosotros, enseñandonos a responder como hijos.

Hacemos en estos cuarenta días un camino hacia la Pascua, en la que renovaremos nuestras promesas bautismales. Y hoy se nos dice que un bautizado debe fortalecerse para la lucha. El día que recibimos este Sacramento hemos sido ungidos en el pecho, porque es allí, en el corazón, donde se libra esta lucha contra el Enemigo de Dios y de nosotros.

El Papa Benedicto, en su hermoso libro "Jesús de Nazaret", comenta las tentaciones en el desierto ayudándonos para la reflexión.

En la primera se contrapone la búsqueda del pan material a la voluntad de Dios. ¿Podemos solucionar los problemas familiares de fondo cuando se pone la prioridad en lo económico y no vivimos unidos en el amor de Dios? ¿Pueden aliviarse los sufrimientos del hambre y la injusticia en el mundo si no aprendemos a vivir como hermanos?

En la segunda, Jesús nos muestra la actitud del Hijo, que no pone a prueba el amor de su Padre. Confía que lo va a sostener, no si se tira en una muestra de acrobacia, sino cuando por cumplir su voluntad se abaje hasta la muerte de cruz.

En la última, Satanás cuestiona el poder del Mesías (Ungido) para cumplir su misión de salvar al mundo. Y allí el Señor nos da su última y gran lección. Nosotros, ungidos con el crisma en nuestro Bautismo, sólo podemos traer salvación al mundo si, renunciando a la ambición de dominio, adoramos juntos sólo al Padre y cumplimos su voluntad de servirnos como hermanos.

Pidamos la gracia de que en esta Cuaresma, por el ayuno, la limosna y la oración que se nos invita a practicar con mayor intensidad, nos preparemos también nosotros para vencer la tentación siguiendo a Jesús hacia la alegría de la Pascua, la posesión plena de nuestra condición de hijos.

Jesús, tentado por el demonio.

P. Daniel Gazze

El Papa ora y pide oración por Japón


Evangelio Ilustrado


¡No caigas en la trampa!

Evangelio según San Mateo (4,1-11)


(Clickear sobre la imagen para ver tamaño completo)



Cuaresma y vida cristiana



Cuaresma como tiempo de oración y conversión es un tiempo oportuno para revisar o examinar nuestras vidas. Como toda realidad que se vive en el tiempo, también nuestra vida sufre desgaste, cansancio e, incluso, eso difícil de definir pero que quita entusiasmo a todo lo que hacemos. Recuerdo un texto de las Sagradas Escrituras en el que se le reprocha a una Iglesia: "que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo" (Ap 2, 4). No se le reprocha por algo malo que haya hecho, al contrario, se le valoran muchas obras buenas, sino por algo que no es menor: "que hayas dejado enfriar el amor que tenías al comienzo".

Se refiere a esa actitud propia de la época primera de los ideales en nuestra vida, que con el correr del tiempo tal vez se ha ido desgastando y olvidando. Esto tiene mucha importancia para el hoy de nuestra vida, como para el nivel de nuestras relaciones. Por otra parte, sé que no es fácil entrar dentro de nosotros y ser verdaderos jueces, y no simples abogados de parte en nuestra vida.

Cuando uno hace un examen de conciencia es aconsejable no comenzar por ver las cosas que andan mal, podemos quedar encerrados en nuestras pequeñeces justificándonos y no encontrar un camino nuevo. El examen de conciencia no debería comenzar primero por una mirada introspectiva para ver lo que hicimos mal, sino por una "experiencia contemplativa", es decir, contemplar la obra de Dios en nosotros, lo que él ha hecho. Ante todo valoremos el hecho de nuestra existencia, que es el primer testimonio del amor de Dios. Existo porque Dios me ama, que es como decir mi vida tiene un sentido. Recordar, también, los acontecimientos y momentos positivos de nuestra vida, que es reconstruir esa historia única y personal que es solo mía y es mi riqueza. No tengo que compararme con otros. Luego sí, en este contexto de gratitud por lo que soy gracias al don de la vida, considerar nuestra respuesta y no temer reconocer el error o equivocación, este es el comienzo de un auténtico cambio de vida.

El examen de conciencia sirve, además, para recuperar el sentido o interioridad de las palabras que usamos, y con las cuales nos relacionamos. Se va dando como un "vaciamiento" en las palabras por falta de interioridad, que puede dejarnos en un formalismo que nos empobrece. No sólo se vacían las empresas dejando una estructura sin contenido, también se vacían de contenido y de "aquel amor que tenías al comienzo" nuestra vida y las palabras fundamentales que siempre usamos, pienso por ejemplo, en las palabras Dios, amor, oración, familia, amistad, solidaridad, trabajo…., que no negamos su valor, pero que van perdiendo el sabor que tenían y el compromiso que hoy necesitan para mantenerse vivas. Como vemos, no tenemos que buscar hacer grandes cosas, sino hacer más grandes las cosas de siempre y en el mundo de siempre. El fruto de la conversión que nos pide Cuaresma tiene que poder verse en nuestra vida y en nuestras relaciones. Para alcanzar esto, es necesario recuperar el diálogo con Dios y con nosotros mismos, que es el comienzo del camino hacia una vida nueva.

Reciban de su Obispo, en este camino de Cuaresma que estamos transitando, la seguridad de mi afecto y oraciones, junto a mi bendición en el Señor.



Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

sábado, 12 de marzo de 2011

Infancia y Adolescencia Misionera

SÁBADO 12 DE MARZO, 17 hs.

¡¡¡1º ENCUENTRO DEL AÑO!!!



¿Qué es IAM?

IAM es el grupo de Infancia y Adolescencia Misionera de la parroquia. Somos niños y adolescentes católicos que buscamos conocer, amar y dar a Jesús a los demás.

Somos amigos de Jesús y queremos que este grupo crezca cada día más.

¡¡¡TE ESPERAMOS!!!

:) SUMATE :)


Fotolog de la IAM


viernes, 11 de marzo de 2011

Catequesis 2011


INSCRIPCIONES

Recordamos que hasta el SÁBADO 12 DE MARZO, continuarán las inscripciones para los encuentros de catequesis, en los siguientes días y horarios:


Jueves, de 18 a 19.30hs.

Sábados, de 18.30 a 20hs.

Domingos, de 11 a 12hs. y de 18.30 a 20hs.


Comunicamos, además, que 2º y 3º año de Catequesis comenzarán los encuentros con la celebración de la Misa para Niños, el domingo 13 de marzo, a las 10 hs.

Los chicos y padres de 1º año de Catequesis, tendrán la Misa de comienzo y bienvenida el domingo 20 de marzo, a las 10 hs.


¡LOS ESPERAMOS!


jueves, 10 de marzo de 2011

Cuaresma: tiempo de conversión


El Miércoles de Ceniza es el principio de la Cuaresma; un día especialmente penitencial, en el que manifestamos nuestro deseo personal de conversión a Dios. Al acercarnos a los templos para que nos impongan las cenizas, expresamos con humildad y sinceridad de corazón, que deseamos convertirnos y creer de verdad en el Evangelio haciéndolo carne en nosotros.


¿Qué es la Cuaresma?

Es el gran tiempo bautismal y penitencial de la Iglesia, los cuarenta días de conversión y purificación interior que nos preparan a la mayor fiesta cristiana del año, la Pascua. La Cuaresma entera es un signo sagrado, un tiempo sacramental de gracia y crecimiento interior.

No es un tiempo triste, sino más bien meditativo y recogido.

Es, por excelencia, el tiempo de conversión y penitencia del año litúrgico. Por eso, en la Eucaristía no se canta el “Gloria” al final del acto penitencial (excepto el Jueves Santo en la misa de la Cena del Señor), ni el “Aleluya” antes del Evangelio. En los primeros siglos de la Iglesia, los catecúmenos tenían su preparación inmediata a los sacramentos de la iniciación en las semanas de Cuaresma. Toda la Iglesia los acompañaba en ese tiempo de purificación y preparación a la Pascua de Resurrección, en la que los creyentes renovaban, como seguimos haciendo hoy, las promesas bautismales.

Comenzando con el Miércoles de Ceniza, la Cuaresma se prolonga hasta el Jueves santo antes de la Misa de la Cena del Señor. Son cuarenta días que dan origen a su nombre de “Cuaresma”, evocando los cuarenta días de ayuno de Jesús en el desierto y otros episodios del Antiguo Testamento, especialmente los cuarenta años del pueblo de Israel para llegar a la tierra prometida. Tiene cinco domingos “de Cuaresma” más el Domingo de la Pasión o de Ramos, en cuyas lecturas los temas de la conversión, el pecado, la penitencia y el perdón, son dominantes. El camino de la Iglesia hacia la Pascua queda iluminado por el largo camino de fidelidad e infidelidad de la historia de la salvación, con vistas a la muerte y resurrección de Cristo. La escucha asidua de la Palabra de Dios y la mayor dedicación a la oración son actitudes fundamentales de la Cuaresma. La limosna, la oración y el ayuno son desde antiguo expresión característica de la conversión cristiana.


Oración (de la Liturgia de las horas)

Conviértenos a ti, Dios salvador nuestro, y ayúdanos a progresar en el conocimiento de tu palabra, para que así la celebración de esta Cuaresma dé en nosotros fruto abundante. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, quien contigo vive y reina en unidad con el Espíritu Santo, por los siglos de los siglos. Amén.

miércoles, 9 de marzo de 2011

martes, 8 de marzo de 2011

Día Internacional de la Mujer

"Que María sea siempre nuestro modelo de mujer:
madre, esposa, hija, hermana, trabajadora y consagrada."



"Te doy gracias, mujer-madre, que te conviertes en seno del ser humano con la alegría y los dolores de parto de una experiencia única, la cual te hace sonrisa de Dios para el niño que viene a la luz y te hace guía de sus primeros pasos, apoyo de su crecimiento, punto de referencia en el posterior camino de la vida.

Te doy gracias, mujer-esposa, que unes irrevocablemente tu destino al de un hombre, mediante una relación de recíproca entrega, al servicio de la comunión y de la vida.

Te doy gracias, mujer-hija y mujer-hermana, que aportas al núcleo familiar y también al conjunto de la vida social las riquezas de tu sensibilidad, intuición, generosidad y constancia.

Te doy gracias, mujer-trabajadora, que participas en todos los ámbitos de la vida social, económica, cultural, artística y política, mediante el indispensable aporte que brindas a la elaboración de una cultura capaz de conciliar razón y sentimiento, a una concepción de la vida siempre abierta al sentido del «misterio», a la edificación de estructuras económicas y políticas más ricas de humanidad.

Te doy gracias, mujer-consagrada, que a ejemplo de la más grande de las mujeres, la Madre de Cristo, Verbo encarnado, te abres con docilidad y fidelidad al amor de Dios, ayudando a la Iglesia y a toda la humanidad a vivir para Dios una respuesta «esponsal», que expresa maravillosamente la comunión que El quiere establecer con su criatura.

Te doy gracias, mujer, ¡por el hecho mismo de ser mujer! Con la intuición propia de tu femineidad enriqueces la comprensión del mundo y contribuyes a la plena verdad de las relaciones humanas”.


De la Carta de Juan Pablo II a las mujeres




¡¡¡MUY FELIZ DÍA A TODAS!!!