Nuestra Señora de Belén

Horarios de Misa

Jueves: 19.30hs.
Sábados: 20 hs.
Domingos: 10 hs. Misa para niños, y 20 hs.

Confesiones: después de Misa.

Bautismos: segundo y cuarto domingo de cada mes.


Secretaría Parroquial


Jueves: 18.30 a 20 hs.
Sábados: 18.30a 20 hs.
Domingos: 11 a 12 hs.


CARITAS

Martes de 14 a 18 hs.



Nuestro Párroco

Pbro. Daniel Gazze



A todos los que ingresen a esta página:


*** BIENVENIDOS ***

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:: Homilías ::

(Clickear sobre la Biblia para leer las lecturas)


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lunes, 30 de noviembre de 2009

Informe Económico - Noviembre 2009

Publicamos el Informe Económico del mes de agosto de 2009.

Gracias a todos por su generosa colaboración.



A B C
1 INFORME ECONOMICO MES: NOVIEMBRE
2


3 I N G R E S O S

4 Colectas Misas $ 3,098.80
5 Donaciones

6 Sostenimiento del culto (2%) $ 1,115.00
7


8 TOTAL $ 4,213.80
9


10 E G R E S O S

11 Gastos de Secretaría $ 217.6
12 Gastos Sacristía $ 25.5
13 Sueldos $ 330
14 Sostenimiento Culto

15 Arzobispado 1/3 $ 372
16 Varios: Ayuda Capilla La Guardia $ 550
17


18 TOTAL $ 1,495.10
19


La esperanza que necesita el mundo es Cristo

En su discurso introductorio al Ángelus dominical en la plaza de San Pedro

CIUDAD DEL VATICANO, domingo 29 de noviembre de 2009 (ZENIT.org).- El mundo contemporáneo necesita sobre todo esperanza, y ésta se encuentra sólo en Jesucristo, afirmó Benedicto XVI este domingo en su discurso introductorio a la oración del Ángelus en la plaza de San Pedro.

“El mundo contemporáneo necesita sobre todo esperanza: la necesitan las poblaciones en vías de desarrollo, pero también las económicamente desarrolladas”, dijo.

“Cada vez más advertimos que nos encontramos en una misma barca y debemos salvarnos todos juntos”, continuó.

Y añadió: “Sobre todo nos damos cuenta viendo caer tantas falsas seguridades, de que necesitamos una esperanza fiable, y ésta se encuentra sólo en Cristo”.

El Papa inició su discurso recordando que este domingo empezó el tiempo de Adviento, el tiempo de preparación a la Natividad del Señor, y un nuevo año litúrgico.

Después afirmó que “el Señor Jesús vino en el pasado, viene en el presente y vendrá en el futuro”.

“Él abraza todas las dimensiones del tiempo, porque ha muerto y resucitado, es “el Vivo” y, compartiendo nuestra precariedad humana, permanece para siempre y nos ofrece la estabilidad misma de Dios -explicó-. Es “carne” como nosotros y “roca” como Dios”.

El Papa destacó el carácter universal de la salvación de Cristo: “Quien anhela la libertad, la justicia y la paz puede volverse a levantar y alzar la cabeza, porque en Cristo la liberación está cerca”, dijo citando el Evangelio de ese mismo domingo.

“Jesucristo no sólo mira a los cristianos, o sólo a los creyentes, sino a todos los hombres, porque Él, que es el centro de la fe, es también el fundamento de la esperanza -aseguró-. Es la esperanza que todo ser humano necesita constantemente”.

Entrar en la escuela de María

Benedicto XVI destacó que la Virgen María “encarna plenamente la humanidad que vive en la esperanza basada en la fe en el Dios vivo”.

“Ella es la Virgen del Adviento: está bien arraigada en el presente, en el “hoy” de la salvación; en su corazón recoge todas las promesas pasadas; y se extienden al cumplimiento futuro”, afirmó.

E invitó a todos a entrar en la escuela de María, “para entrar de verdad en este tiempo de gracia y acoger, con alegría y responsabilidad, la venida de Dios a nuestra historia personal y social”.

“Adviento significa levantarse, despertar, salir de la noche”, y “esta vez, particularmente se nos invita a dejar atrás la oscuridad de la tristeza y la falta de amor y a abrirnos a la oración, a la escucha de la Palabra de Dios y a la recepción del sacramento de la reconciliación para que brille la Luz de Cristo y el mundo sea iluminado con su amor”, explicó.

También alentó “a avivar el deseo de salir al encuentro de Cristo, que viene, intensificando la oración, participando frecuentemente en la Eucaristía y dando un testimonio elocuente de caridad”.

Entre los grupos a los que saludó tras el rezo del Ángelus, se encontraban los participantes de una marcha promovida por el Movimiento del Amor Familiar para manifestar amor profundo al Crucifijo, reconociendo su valor religioso, histórico y cultural.

domingo, 29 de noviembre de 2009

Homilía Dominical

1º Domingo de Adviento
Lecturas

Jr 33, 14-16

1 Ts 3, 12-4,2
Lc 21, 25-28. 34-36


Las palabras fuertes de Jesús que escuchamos hoy son una invitación a la esperanza. Este es el clima general que la Iglesia nos propone para este tiempo que comenzamos, que nos recuerda que Dios viene. El Adviento nos enfrenta con una triple venida de Dios a nuestra historia.

La primera ocurrió cuando nació en Belén, visitándonos en la debilidad de nuestra carne humana. En Jesucristo Dios asume la fragilidad, haciéndose niño y pobre. En general se nos enseñó a pensar a Dios como el "Todopoderoso" y "Ominipotente", y lo es. Pero también es cierto que en el Pesebre Dios se muestra necesitado del amor humano. La primera actitud que nos sugiere el Adviento es: reconciliarnos con todo aquello que nos hace vulnerables. ¡También en nuestros límites y caídas podemos descubrir la visita de nuestro Dios! Al mismo tiempo, preparar la celebración de la encarnación y nacimiento del Hijo de Dios, nos lleva a prestar atención a la pequeñez de todos aquellos que están en situación de fragilidad, sea por la pobreza, la soledad, la enfermedad, la marginalidad.

La segunda venida es la que esperamos, y que ocurrirá al final de los tiempos. El mismo Señor que nació pobre y humilde vendrá en gloria y majestad, como juez de nuestras vidas. El adviento nos induce a una confiada y activa esperanza, porque no sabemos cuándo sucederá este acontecimiento. Por ello, este tiempo nos invita a la conversión y transformación continuas, progresando en las obras de misericordia y justicia, procurando no dejarnos atrapar por las realidades pasajeras. La esperanza tiene una nota de lucidez, de no apagar la lámpara ni dejarse ganar por las tinieblas. La esperanza supone estar despierto y despabilado: por eso la recomendación a no dejarse esclavizar por los excesos de ningún tipo, llevando una vida sobria y libre.

Y finalmente, el Señor que vino y que vendrá, viene continuamente a nuestro encuentro en el prójimo y en cada situación en la que estemos. Por la fe y el amor tenemos la posibilidad de recibir al Señor y dar testimonio de su Reino. Toda la vida se convierte en oportunidad de descubrir la visita de un Dios que ha querido quedarse para siempre con nosotros.

A lo largo de estas cuatro semanas iremos contemplando e internalizando estas actitudes de la mano de los grandes protagonistas del Adviento: los profetas, José, Juan Bautista y María, modelo de escucha y docilidad comprometida.

P. Gerardo Galetto

Evangelio Ilustrado

¡Pronto nacerá Jesús!

Evangelio según San Lucas (21, 25-28.34-36)

(Clickear sobre la imagen para ver tamaño completo)



sábado, 28 de noviembre de 2009

Somos Hermanos. Queremos ser Nación. II


Retomando el tema de nuestro encuentro anterior, en el que comentábamos el reciente documento del Episcopado Argentino sobre la situación del país, y en donde señalábamos que las causas que nos debilitan como comunidad tienen sus raíces en “una crisis cultural, moral y religiosa”. Creemos que esto es algo que no se lo tiene suficientemente en cuenta a la hora de examinar nuestra vida personal y social.

Queremos modificar lo que aparece, porque lo que vemos en la sociedad nos asusta, pero no valoramos la importancia de aquello que sostiene y motiva nuestras conductas. Es como no valorar el significado y la calidad de la tierra o el aire que se respira, cuando contemplamos la vida de un árbol con dificultades. Los valores “culturales, morales y religiosos” son, precisamente, como el “humus y la atmósfera” que da vida a ese árbol, en nuestro caso el hombre, que es la base de la vida social.

En primer lugar hablamos de una “cultura relativista imperante” (8), que no sólo debilita el sentido de la verdad y las certezas que sostienen nuestra vida y relaciones, sino que va creando un individualismo que nos encierra en nuestros pequeños proyectos y nos hace indiferentes frente al sufrimiento ajeno. Ese individualismo nos lleva, además, a un “consumismo exacerbado” que nos aleja de todo espíritu solidario. Nos hace ajenos, y no próximos a nuestros hermanos. Vamos creando, sin proponerlo explícitamente, una sociedad dual, es decir, donde hay unos y otros. A esto se agrega, en segundo lugar, “una crisis moral” (9), que debilita el sentido y la exigencia de los valores en nuestra vida. Nuestra voluntad no se siente llamada a dar una respuesta frente al bien y al que me necesita, ello implica algo de renuncia y austeridad, sino que nos movemos hacia lo que es placentero para mí. Una vida guiada por los valores necesita, por otra parte, de la fortaleza de las virtudes, que no son algo primariamente religioso, sino la firmeza de la voluntad para responder a la nobleza y exigencia de un valor que me compromete moralmente. Una cultura de los valores sin una educación en las virtudes, puede presentar objetivos pero no nos capacita para vivirlos. Creo que en esto hay un déficit educacional.

Finalmente hay “una crisis religiosa” (10), entendiéndola, decíamos, como la ausencia de Dios que es “fundamento de verdadera fraternidad y de toda razón y justicia”. Dios no ocupa el lugar de nadie, pero sí ilumina y da fundamento a todo. Negar a Dios es empobrecer al hombre. Por ello concluíamos que: “Sin Dios estamos como huérfanos y la sombra del desamparo se expande sobre los que están a la intemperie social”. Cuando una madre enseña a rezar a su hijo, cuando lo pone en contacto con Dios, le está dando la mayor riqueza que su hijo necesita. En la aparente fragilidad de la oración está la fortalece del hombre. El tema de Dios hace a la verdad profunda del misterio del hombre, en cuanto es un ser creado y espiritual. El encuentro con Dios es camino de verdad, de paz y plenitud para el hombre. Por ello el tema religioso es también un tema político, porque es una dimensión inherente a la vida del hombre y debe ser tenida en cuenta por la sabiduría del gobernante. Todos los paraísos sin Dios han terminado esclavizando al hombre.

Deseándoles un buen fin de semana, les hago llegar junto a mi afecto y oraciones, mi bendición en el Señor.


Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

viernes, 27 de noviembre de 2009

"Entregados a Cristo como el Cura de Ars"

Corazón incorrupto del Santo Cura de Ars


BUENOS AIRES, 26 Nov. 09 / 04:02 pm (ACI)

En una multitudinaria Misa celebrada en la Catedral de Buenos Aires y ante el corazón incorrupto de San Juan María Vianney, el Cura de Ars, el Arzobispo de la capital argentina, Cardenal Jorge Mario Bergoglio, alentó a los sacerdotes a vivir intensamente su vocación en la paciencia y el servicio.

En su homilía, el Purpurado recordó que "todos estamos revestidos de su gloria", pero "de manera especial los presbíteros, que de alguna manera queremos seguirlo a Él de cerca en este camino de anonadamiento y de compasión", al recordar que todos los bautizados han recibido la gloria que el Padre le dio a Jesús, y que "la gloria de Cristo es la cruz, es consumar su camino de compasión".

Seguidamente el Cardenal alertó a los sacerdotes que "quizás podemos perdernos en la imaginación, pensando que esto puede desembocar en el camino del martirio, de la sangre, como fue en el caso de Jesús, y esto nos puede desorientar" y no permitir "sacar el jugo de esto que Jesús nos está diciendo". Pero San Pablo enseñó a los pastores "cómo llevar adelante este ser ungidos por la gloria de Jesús", teniendo sus mismos sentimientos, los que "inicialmente lo llevaron a anonadarse para compartir nuestro camino".

El Arzobispo de Buenos Aires dijo luego a los sacerdotes que su martirio y que el participar de Cristo, pasa por los sentimientos de benevolencia, humildad, dulzura y paciencia, que tienen que tener para conducir al pueblo.

El Cardenal exclamó luego: "¡qué difícil, a veces, es la paciencia para un cura! Imagínense lo difícil que habrá sido para Jesús". El sacerdote tiene que tener esos sentimientos "pero sin perder la firmeza de la conducción" y "sin negociar la doctrina", añadió.

"Somos sacerdotes –continuó– para caminar con nuestro pueblo fiel, con benevolencia, humildad, dulzura y paciencia. Jesús no nos quiere líderes de una ONG que pueda triunfar". "Nos quiere ungidos como Él y con sus mismos sentimientos", insistió.

A ejemplo del Cura de Ars, que logró alcanzar esos sentimientos porque le abrió su corazón a Cristo, exhortó a los sacerdotes a hacer lo mismo. "Si abrimos nuestro corazón, Él nos va a llenar de esta unción que nos va a llevar a este tipo de conducta, de conducción pastoral del pueblo de Dios, del cual también nosotros formamos parte", concluyó.

Concelebraron con el Arzobispo de Buenos Aires el Cardenal Estanislao Esteban Karlic, Arzobispo Emérito de Paraná; los obispos pertenecientes a la provincia eclesiástica de Buenos Aires y más de 100 sacerdotes, entre ellos, el custodio de la diócesis de Belley-Ars (Francia) que acompaña el itinerario de la reliquia, P. Karlo Tyberghien.

Previo a la celebración eucarística, el corazón incorrupto del Santo Cura de Ars permaneció expuesto para la veneración de los sacerdotes, hubo una conferencia del Cardenal Karlic y un momento de adoración eucarística

jueves, 26 de noviembre de 2009

¡El domingo empieza el Adviento!

Fuente: catholic.net


¡El domingo ya empieza el Adviento!
Cuatro domingos de Adviento tendrán que pasar para que ya, una vez más, estemos en Navidad.

El próximo domingo será el primero y el advenimiento que vamos a celebrar es la conmemoración de la llegada del Hijo de Dios a la Tierra.

Es tiempo de preparación puesto que siempre que esperamos recibir a una persona importante, nos preparamos.

La Iglesia nos invita a que introduzcamos en nuestro espíritu y en nuestro cotidiano vivir un nuevo aspecto disciplinario para aumentar el deseo ferviente de la venida del Mesías y que su llegada purifique e ilumine este mundo, caótico y deshumanizado, procurando el recogimiento y que sean más abundantes y profundos los tiempos de oración y el ofrecimiento de sacrificios, aunque sean cosas pequeñas y simples, preparando así los Caminos del Señor.

Caminos que llevamos en nuestro interior y que tenemos que vigilar para que no se llenen de tinieblas, de ambición, de lujuria, de envidia, de soberbia y de tantas otras debilidades propias de nuestro corazón humano, sino que sean caminos de luz, senderos que nos conduzcan a la cima de la montaña, a la conquista de nuestro propio yo.

Hace unos días celebrábamos el día de Cristo Rey. Cristo es un Rey que no es de este mundo. El reino que Él nos vino a enseñar pertenece a los pobres, a los pequeños y también a los pecadores arrepentidos, es decir, a los que lo acogen con corazón humilde y a los cuales declara bienaventurados porque de "ellos es el Reino de los Cielos". A los "pequeños" es a quienes el Padre se ha dignado revelar las cosas ocultas a los sabios y a los ricos.

Es preciso entrar en ese Reino y para eso hay que hacerse discípulo de Cristo.

A nosotros no toca ser portadores del mensaje que Jesús vino a traer a la Tierra.

Cristo no vivió su vida para sí mismo, sino para nosotros desde su Encarnación. por "nosotros los hombres y por nuestra salvación hasta su muerte, por nuestros pecados" (1 Co 15,3) y en su Resurrección "para nuestra justificación (Rm4,1) "estando siempre vivo para interceder en nuestro favor" (Hb 7,25). Con todo lo que vivió y sufrió por nosotros, de una vez por todas, permanece presente para siempre "ante el acatamiento de Dios en favor nuestro" (Hb 9,24).

Cuatro domingos faltan para que celebremos su llegada. Días y semanas para meditar, menos carreras, menos cansancio del bullicio y ajetreo de compras y compromisos, de banalidades y gastos superfluos.... Mejor preparar nuestro corazón y tratar de que los demás lo hagan también para el Gran Día del Nacimiento en la Tierra de Dios que se hace hombre.


ESTO ES EL ADVIENTO. PREPARÉMOSNOS CON ILUSIÓN Y CON FE PARA RECIBIR A DIOS MISMO QUE VIENE A NUESTRO ENCUENTRO.


martes, 24 de noviembre de 2009

Primeras Comuniones

El sábado 21 y el domingo 22 de noviembre recibieron la Primera Comunión los chicos que asistieron a los encuentros de catequesis en la Parroquia Nuestra Señora de Belén y en el Salón San Cayetano, que depende de la Parroquia.

A los chicos que recibieron a Jesús Eucaristía
y a sus familias:


¡¡¡¡ Felicitaciones !!!!


Sacramento de la Reconciliación


Preparación para recibir a Jesús Eucaristía


Integrantes del coro

Preparación antes de la celebración






¡¡¡Y llegó el gran día!!!

Más fotos, a la derecha del blog.

lunes, 23 de noviembre de 2009

La Cruz es el signo de la realeza de Cristo


domingo, 22 de noviembre de 2009

Homilía Dominical

34º Domingo del Tiempo Ordinario
Solemnidad de Cristo Rey
Lecturas
Dn 7, 13-14
Ap 1, 5-8
Jn 18, 33b-37


Hoy nos alegramos mucho por celebrar el día del Señor, recordando a Cristo, Rey del universo. La Iglesia nos invita a considerar que el Reino de Cristo -que pedimos cada vez que rezamos el Padrenuestro- es reino de amor, verdad y justicia, y que todos estamos llamados a testimoniarlo y construirlo, junto con el Señor.


Además hoy, acompañamos a un grupo de cristianos, chicos y chicas de nuestra comunidad, que reciben por primera vez el Sacramento de la Eucaristía. Termina una etapa, pero empieza otra: no se "reciben" de cristianos, no llegan al final de la carrera, sino que empiezan a vivir más cerca de Jesús.

En estos años he conversado mucho con ustedes, me han hecho muchas preguntas y hemos compartido muchos encuentros. Hoy quiero hablar poco, pero hacerles una sola pregunta: ¿saben a quién van a recibir?

Van a recibir por primera vez a Jesús Eucaristía. Acuérdense siempre: la Eucaristía es como abrirle la puerta a un amigo, que te visita y te llama. Si un amigo te visita, cuando reconocés su voz, le abrís. Lo mismo pasa con Jesús. Él nos dice: "El que es de la Verdad, escucha mi voz."
Pero acuérdense también de que Jesús nos visita no sólo en este sacramento: también nos visita en cada persona, en el prójimo, en las cosas que nos pasan... Allí también tenemos que escuchar la voz de Jesús y abrirle la puerta de nuestro corazón.

¿Y qué van a responder cuando yo les diga: "El cuerpo de Cristo"?
Lo que respondemos todos cuando lo recibimos en la Eucaristía: "Amén", que signifca: "Aquí estoy", "Estoy decidido a abrirte mi corazón", "Entrá en mi casa".

Quiero saludar a las familias que están presentes e invitarlos a que todos aprendamos de los chicos a recibir a Jesús con entusiasmo, con generosidad, con grandeza de corazón. Que lo recibamos en cada ser humano, en las circunstancias de nuestra historia, en las buenas y en las malas, y que le digamos "Amén", "Señor, sé que sos vos y aquí estoy yo. Que se haga tu voluntad. Entrá en mi vida."
Gracias por acompañar a sus hijos a lo largo de estos años de catequesis y felicitaciones por esta celebración de hoy. Gracias al equipo de catequistas por ayudar a transmitir la palabra de Dios a los pequeños y a todos.

P. Gerardo Galetto

Solemnidad de Cristo Rey

Jesucristo, Rey del Universo
¡Venga a nosotros tu Reino!


La Solemnidad de Cristo Rey fue establecida por el Papa Pío XI en el año 1925. El centro de esta Fiesta es la identidad de Jesús, como Rey y Señor de todo lo creado. Por lo tanto Jesús es el Alfa y la Omega, el principio y el fin.



¿Por qué Cristo es nuestro Rey y Señor?


Desde la antigüedad se ha llamado Rey a Jesucristo, en sentido metafórico, en razón al supremo grado de excelencia que posee y que le encumbra entre todas las cosas creadas. Así, se dice que:

• reina en las inteligencias de los hombres porque Él es la Verdad y porque los hombres necesitan beber de Él y recibir obedientemente la verdad;

• reina en las voluntades de los hombres, no sólo porque en Él la voluntad humana está entera y perfectamente sometida a la santa voluntad divina, sino también porque con sus mociones e inspiraciones influye en nuestra libre voluntad y la enciende en nobles propósitos;

• reina en los corazones de los hombres porque, con su supereminente caridad y con su mansedumbre y benignidad, se hace amar por las almas de manera que jamás nadie —entre todos los nacidos— ha sido ni será nunca tan amado como Cristo Jesús.


¿Qué cosa habrá para nosotros más dulce y suave que el pensamiento de que Cristo impera sobre nosotros, no sólo por derecho de naturaleza, sino también por derecho de conquista, adquirido a costa de la redención? Ojalá todos los hombres tuviéramos siempre presente que fuimos rescatados al precio de Su Sangre. No somos, pues, ya nuestros, puesto que Cristo nos ha comprado por precio grande; hasta nuestros mismos cuerpos son miembros de Jesucristo.


Orígenes

Opúsculo sobre la oración 25.

Si, como dice nuestro Señor y Salvador, el reino de Dios no vendrá espectacularmente, ni anunciarán que está aquí o está allí, sino que el reino de Dios está dentro de nosotros, pues la palabra está cerca de nosotros, en los labios y en el corazón, sin duda, cuando pedimos que venga el reino de Dios, lo que pedimos es que este reino de Dios, que está dentro de nosotros, salga afuera, produzca fruto y se vaya perfeccionando. Efectivamente, Dios reina ya en cada uno de los santos, ya que éstos se someten a su ley espiritual, y así Dios habita en ellos como en una ciudad bien gobernada. En el alma perfecta está presente el Padre, y Cristo reina en ella, junto con el Padre, de acuerdo con aquellas palabras del Evangelio: Vendremos a él y haremos morada en él.

Este reino de Dios que está dentro de nosotros llegará, con nuestra cooperación, a su plena perfección cuando se realice lo que dice el Apóstol, esto es, cuando Cristo, una vez sometidos a él todos sus enemigos, entregue a Dios Padre su reino, y así Dios lo será todo para todos. Por esto, rogando incesantemente con aquella actitud interior que se hace divina por la acción del Verbo, digamos a nuestro Padre que está en los cielos: Santificado sea tu nombre, venga a nosotros tu reino.

Con respecto al reino de Dios, hay que tener también esto en cuenta: del mismo modo que no tiene que ver la luz con las tinieblas, ni la justicia con la maldad, ni pueden estar de acuerdo Cristo y el diablo, así tampoco pueden coexistir el reino de Dios y el reino del pecado.

Por consiguiente, si queremos que Dios reine en nosotros, procuremos que de ningún modo el pecado siga dominando nuestro cuerpo mortal, antes bien, mortifiquemos todo lo terreno que hay en nosotros y fructifiquemos por el Espíritu; de este modo, Dios se paseará por nuestro interior como por un paraíso espiritual y reinará en nosotros él solo con su Cristo, el cual se sentará en nosotros a la derecha de aquella virtud espiritual que deseamos alcanzar: se sentará hasta que todos sus enemigos que y en nosotros sean puestos por estrado de sus pies, y sean reducidos a la nada en nosotros todos los principados, todos los poderes y todas las fuerzas.

Todo esto puede realizarse en cada uno de nosotros, y el último enemigo, la muerte, puede ser reducido a la nada, de modo que Cristo diga también en nosotros: ¿Dónde está, muerte, tu victoria? ¿Dónde está, muerte, tu aguijón? Ya desde ahora este nuestro ser, corruptible, debe vestirse de santidad y de incorrupción, y este nuestro ser, mortal, debe revestirse de la inmortalidad del Padre, después de haber reducido a la nada el poder de la muerte, para que así, reinando Dios en nosotros, comencemos a disfrutar de los bienes de la regeneración y de la resurrección.

Evangelio Ilustrado

¡Jesús es el Rey del Universo!

Evangelio según San Juan (18, 33-37)

(Clickear sobre la imagen para ver tamaño completo)


sábado, 21 de noviembre de 2009

ACA - Solemnidad de Cristo Rey

La ACA convoca a participar de la misa que celebrará Mons. José María Arancedo hoy, sábado 21 de noviembre, vísperas de la Solemnidad de Cristo Rey, a las 20 hs., en la Catedral Metropolitana.


Queridos Militantes de la Acción Católica:


Se acerca la solemnidad de Cristo Rey y deseamos que todos los militantes, tanto los que hoy participan activamente como los que por diversas causas no lo pueden hacer, nos encontremos reunidos en torno al altar del Señor para agradecer y renovar nuestro compromiso evangelizador y misionero. A los que no puedan concurrir, pídanles una oración especial por nuestra institución. Recuerden que en esta Misa, presidida por el Señor Arzobispo y que se celebrará en las Vísperas de la Solemnidad de Cristo Rey, el sábado 21 de noviembre a las 20:00 hs en la Catedral Metropolitana, militantes de nuestra institución realizarán sus promesas y oficializaciones y los que estamos ya oficializados renovaremos el compromiso asumido en ese día. A continuación seguiremos con el festejo en Colegio “San José Varones”. Las tarjetas se pueden adquirir hasta el martes 17 de noviembre a partir de las 21:00 hs en la Sede. Como es tradición, cada uno puede llevar su comida y debe abonar una tarjeta de $7 por gastos generales; o se ofrece una tarjeta de $18 que incluye: 2 empanadas, 1 porción de tarta, 1 vaso de gaseosa y 1 alfajor. Habrá buffet para adquirir la bebida y ventas de helados y tortas a cargo de la Comisión Campamentos San Alberto Hurtado para beneficio del mismo.


Aprovechamos para recordar que el Domingo 6 de Diciembre tendrá lugar el Retiro Abierto de Adviento de 8:30 a 12:00 hs. en el Santuario Ntra. Sra. de los Milagros (PPJJ).



¡¡¡¡¡¡ LOS ESPERAMOS A TODOS !!!!!!!!


Somos hermanos. Queremos ser Nación. I


Cada año los Obispos nos reunimos en el marco de la Asamblea Plenaria, con el fin de fortalecer lazos de comunión y reflexionar sobre el camino pastoral de la Iglesia en la Argentina. Este caminar se hace en un país concreto, del que somos parte y al que amamos y servimos. La fe no nos aísla del mundo, por el contrario ella nos lleva a asumir tanto los gozos y esperanzas, como las tristezas y las angustias de los hombres de nuestro tiempo, como nos dice el Concilio Vaticano II (cfr. G.S. 1).



Esta actitud de la fe tiene su raíz en el mismo Jesucristo quien amó, pero también lloró, por su patria, Jerusalén. Una fe que no se encarna, que no se hace historia en lo concreto de la vida, no es una fe cristiana, es decir, no tiene su forma ejemplar en Jesucristo.


En esta última Asamblea hemos creído oportuno hacer pública, en un breve comunicado, lo que hemos visto y reflexionado sobre la situación de nuestra Patria. Es una mirada de pastores, no de técnicos ni dirigentes políticos, que no nos corresponde. La mirada de un pastor tampoco es una lectura exterior o estadística de la realidad, sino un ver desde la fe las condiciones humanas, morales y espirituales en que se desarrolla la vida del hombre, tratando de considerar, además, las causas de esta realidad como así también los posibles caminos superadores. Esto responde tanto a la exigencia de la dignidad del hombre, como a nuestra responsabilidad de presidir desde la Iglesia el camino del Evangelio que Jesucristo nos ha dejado como una misión. Por ello podemos decir que es el hombre, en su realización plena e integral, el camino primero de la Iglesia. No hablo de estrategia, sino de una misión recibida.


De esta mirada pastoral de la realidad, de la que nos sentimos parte, surgió el reciente documento: “Somos hermanos. Queremos ser Nación”. Partimos de nuestra experiencia de pastores, ella nos dice que en el pueblo “existen hondos deseos de vivir en paz y en una convivencia basada en el entendimiento, la justicia y la reconciliación” (2). Sin embargo, percibimos también, la realidad de un clima social alejado de esas sanas aspiraciones, que definíamos en términos de: “violencia verbal y física en el trato político y entre los diversos actores sociales, la falta de respeto a las personas e instituciones, el crecimiento de la conflictividad social, la descalificación de quienes piensan distinto, limitando así la libertad de expresión, con actitudes que debilitan fuertemente la paz y el tejido social” (3). A ello se agregaba “el desprecio por la vida en la violencia delictiva” (4), como la realidad de una “situación de pobreza que es dramática en muchos hermanos nuestros” (5).


¿Cuáles son las causas de esta situación que vemos y denunciamos?. Les decía que no somos técnicos, sino pastores, por ello en la raíz de estos problemas que nos debilitan como personas y sociedad, vemos su gravedad en que estamos inmersos en “una crisis cultural, moral y religiosa”. No se trata de una cuestión sólo económica, su problemática es más profunda. Por cuestiones de tiempo no puedo extenderme y desarrollar estos temas, espero poder hacerlo en el próximo encuentro.


Reciban de su Obispo junto a mi afecto y oraciones, mi bendición en el Señor.



Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

viernes, 20 de noviembre de 2009

Culminando el Tiempo Ordinario

Calendario Litúrgico

Con la Solemnidad de Cristo Rey, que celebraremos el domingo 22 de noviembre, se termina el Tiempo Ordinario y dará comienzo el Nuevo Año Litúrgico con el tiempo de Adviento.

Durante este período tan especial, la Iglesia nos invita a reflexionar sobre el tiempo y darnos cuenta de que somos parte de la eternidad. Dios siempre nos lleva adelante. El calendario litúrgico es una forma de ver cómo Dios camina a nuestro lado. La liturgia constantemente nos llama a adentrarnos en este caminar hacia lo infinito.

Debemos darnos cuenta de que este tiempo de Adviento es una invitación al recogimiento que nos permitirá recibir mejor al Salvador del Mundo.

jueves, 19 de noviembre de 2009

Presentaciones del Coro Arquidiocesano

"La belleza de Dios se manifiesta de muchas maneras y en la música lo hace muy especialmente. El cantar mismo es casi volar, elevarse hacia Dios, anticipar de algún modo la eternidad".
Benedicto XVI

El Coro Arquidiocesano invita a presenciar sus próximos conciertos, preparando el Advenimiento del Salvador.


15 de Noviembre: Pquia. Jesús Sacramentado, 21:00 hs.

22 de Noviembre: Convento San Francisco, 20:00 hs.

29 de Noviembre: Pquia. San Pedro, 20:30 hs. (Este concierto incluirá a un grupo de cámara de ocho músicos porque interpretaremos música de la comunidad de Taizé) los mismos serán: Pablo Villaverde : Órgano, Martina Muchiutti : Flauta, Pablo Fernández Brollo : Fagot, Darío Defilippis : Clarinete, Rodrigo Zambade : Trompeta, Guillermo González: Corno Inglés, Flauta dulce , Oboe.

5 de Diciembre: Catedral Metropolitana, 21:00 hs.

8 de Diciembre: Entre Ríos, Catedral de Paraná, 21:00 hs.

12 de Diciembre: Carmelo de Santa Fe, 20:30 hs.

13 de Diciembre: Capilla Santa Lucia, 19:00 hs.

20 de Diciembre: Esperanza, Basílica Natividad de La Virgen, 20:00 hs.

El Coro Arquidiocesano de Santa Fe fue fundado en el año 1991 y comenzó su preparación en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús correspondiente a la Arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz, Argentina. En principio, sus actuaciones se desarrollaron en ámbitos parroquiales para solemnizar misas y actos litúrgicos, especialmente los presididos por el Arzobispo de la arquidiócesis. Con los años su labor se volcó casi en su totalidad a la de realizar conciertos exclusivamente de música sacra, teniendo como propósito difundir la exaltación y la plegaria a Dios a través de la música y el canto, Desde entonces ha realizado más de doscientos conciertos y presentaciones en templos y salas de la ciudad de Santa Fe.

Integrantes:

María Cecilia Aguirre, María de los Ángeles Aguirre, Adrián Armando, Celeste Ayub, Emanuel Banchio, Sandra Carreño, Gabriela Eusebio, Carolina Facio, Hna. Sandra Leonides Gutiérrez, Clara Gandolla, Elisabet Gonzáles, Gastón Gramajo, Juan José Grande, Iara Jimenez, Bárbara Landa, José Saracio, Juan Ignacio Sorbellini, Rita Gabriela Toffolini y Claudia Welk.

Dirección: Miguel Piva.

Repertorio:

No debemos dormir, Verbum Caro, Dadme Albricias y Riu, Riu, Chiu del Cancionero de Upsala; O Magnum Mysterium y Quem Vidistis de Francis Poulenc; Huayno de la navidad (J.Ezkurra), Noche anunciada (Ariel Ramirez) y Carnavalito de la noche buena serán los temas folklóricos del repertorio y finalizaremos con tres villancicos: A la nanita nana, El noi de la mare y Vamos a Celebrar (Anónimo)

Visitá la página del Coro Arquidiocesano: www.arquisantafe.org.ar/coro

miércoles, 18 de noviembre de 2009

Dedicación de las Basílicas de los Apóstoles Pedro y Pablo

Ya en el siglo XII se celebraba en la basílica Vaticana de San Pedro y en la basílica de San Pablo, en la vía Ostiense, el aniversario de las respectivas dedicaciones, hechas por los santos papas Silvestre y Siricio en el siglo IV. Esta conmemoración se extendió posteriormente a todo el rito romano. Del mismo modo que en el aniversario de la basílica de Santa María la Mayor (el día 5 de agosto) se celebra la maternidad de la Santísima Virgen, así hoy son honrados los dos principales apóstoles de Cristo.

Un poco de historia...

La Basílica de San Pedro fue edificada por el emperador Constantino sobre el sepulcro de san Pedro en la colina del Vaticano, y al deteriorarse por el paso de los años fue reconstruida con mayor amplitud y de nuevo consagrada en este mismo día de su aniversario. La Basílica de San Pablo, edificada por los emperadores Teodosio y Valentiniano en la vía Ostiense, después de quedar aniquilada por un lamentable incendio fue reedificada en su totalidad y dedicada el diez de diciembre.

La actual Basílica de San Pedro en Roma fue consagrada por el Papa Urbano Octavo el 18 de noviembre de 1626, aniversario de la consagración de la Basílica antigua.

La construcción de este grandioso templo duró 170 años, bajo la dirección de 20 Sumos Pontífices. Está construida en la colina llamada Vaticano, sobre la tumba de San Pedro.

Allí en el Vaticano fue martirizado San Pedro (muriendo crucificado cabeza abajo) y ahí mismo fue sepultado. Sobre su sepulcro el emperador Constantino hizo construir una Basílica, en el año 323, y esa magnífica iglesia permaneció sin cambios durante dos siglos. Junto a ella, en la colina llamada Vaticano, fueron construyéndose varios edificios que pertenecían a los Sumos Pontífices. Durante siglos fueron hermoseando cada vez más la Basílica.

Cuando los Sumos Pontífices volvieron del destierro de Avignon el Papa empezó a vivir en el Vaticano, junto a la Basílica de San Pedro (hasta entonces los Pontífices habían vivido en el Palacio, junto a la Basílica de Letrán) y desde entonces la Basílica de San Pedro ha sido siempre el templo más famoso del mundo.

La Basílica de San Pedro mide 212 metros de largo, 140 de ancho, y 133 metros de altura en su cúpula. Ocupa 15,000 metros cuadrados. No hay otro templo en el mundo que la iguale en extensión.

Su construcción la empezó el Papa Nicolás V en 1454, y la terminó y consagró el Papa Urbano VIII en 1626. Trabajaron en ella los más famosos artistas como Bramante, Rafael, Miguel Angel y Bernini. Su hermosura es impresionante.

Hoy recordamos también la consagración de la Basílica de San Pablo, que está al otro lado de Roma, a 11 kilómetros de San Pedro, en un sitio llamado "Las tres fontanas", porque la tradición cuenta que allí le fue cortada la cabeza a San Pablo y que al cortársela cayó al suelo y dio tres golpes y en cada golpe salió una fuente de agua.

A la antigua Basílica de San Pablo la habían construido el Papa San León Magno y el emperador Teodosio, pero en 1823 fue destruida por un incendio, y entonces, con limosnas que los católicos enviaron desde todos los países del mundo se construyó la nueva, sobre el modelo de la antigua, pero más grande y más hermosa, la cual fue consagrada por el Papa Pío Nono en 1854. En los trabajos de reconstrucción se encontró un sepulcro sumamente antiguo (de antes del siglo IV) con esta inscripción: "A San Pablo, Apóstol y Mártir". Estas Basílicas nos recuerdan lo generosos que han sido los católicos de todos los tiempos para que nuestros templos sean lo más hermoso posible, y cómo nosotros debemos contribuir generosamente para mantener bello y elegante el templo de nuestro barrio o de nuestra parroquia.

Con su común conmemoración se quiere significar, de algún modo, la fraternidad de los apóstoles y la unidad en la Iglesia (1626; 1854).

Pedro y Pablo, dos vástagos plantados por Dios

De los sermones de san León Magno, papa

Vale mucho a los ojos del Señor la vida de sus fieles, y ningún género de crueldad puede destruir la religión fundada en el misterio de la cruz de Cristo. Las persecuciones no son en detrimento, sino en provecho de la Iglesia, y el campo del Señor se viste siempre con una cosecha más rica al nacer multiplicados los granos que caen uno a uno.

Por esto, los millares de bienaventurados mártires atestiguan cuán abundante es la prole en que se han multiplicado estos dos insignes vástagos plantados por Dios, ya que aquéllos, emulando los triunfos de los apóstoles, han rodeado nuestra ciudad por todos lados con una multitud purpurada y rutilante, y la han coronado a manera de una diadema formada por una hermosa variedad de piedras preciosas.

De esta protección, amadísimos hermanos, preparada por Dios para nosotros como un ejemplo de paciencia y para fortalecer nuestra fe, hemos de alegrarnos siempre que celebramos la conmemoración de cualquiera de los santos, pero nuestra alegría ha de ser mayor aún cuando se trata de conmemorar a estos padres, que destacan por encima de los demás, ya que la gracia de Dios los elevó, entre los miembros de la Iglesia, a tan alto lugar, que los puso como los dos ojos de aquel cuerpo cuya cabeza es Cristo.

Respecto a sus méritos y virtudes, que exceden cuanto pueda decirse, no debemos hacer distinción ni oposición alguna, ya que son iguales en la elección, semejantes en el trabajo, parecidos en la muerte.

Como nosotros mismos hemos experimentado y han comprobado nuestros mayores, creemos y confiamos que no ha de faltarnos la ayuda de las oraciones de nuestros particulares patronos, para obtener la misericordia de Dios en medio de las dificultades de esta vida; y así, cuanto más nos oprime el peso de nuestros pecados, tanto más levantarán nuestros ánimos los méritos de los apóstoles.

Oración

Defiende a tu Iglesia, Señor, con la protección de los apóstoles y, puesto que ha recibido por ellos el primer anuncio del Evangelio, reciba también, por su intercesión, aumento de gracia hasta el fin de los tiempos. Por nuestro Señor Jesucristo.

lunes, 16 de noviembre de 2009

Primeras Comuniones en la Parroquia


COMUNIONES

Los días sábado 21 de noviembre y domingo 22 de noviembre, tomarán su Primera Comunión los chicos que se estuvieron preparando en los encuentros de catequesis.

CONFESIONES

Detallamos a continuación el cronograma en que podrán acercarse al sacramento de la Reconciliación, tanto los chicos como sus padres.

  • Miércoles 18 de noviembre, a las 20 hs: padres.

  • Jueves 19 de noviembre, a las 17.30 hs: chicos que recibirán su Primera Comunión el sábado 21 de noviembre.

  • Sábado 21 de noviembre, a las 9.30 hs: chicos que recibirán su Primera Comunión el domingo 22 de noviembre.


La Eucaristía es el GRAN REGALO que nos hizo Jesús. En ella nos entrega todo su AMOR, donándonos su VIDA.

Los esperamos el próximo fin de semana, para acompañar todos a estos hermanos que recibirán a Jesús Eucaristía por primera vez.


domingo, 15 de noviembre de 2009

Homilía Dominical

33º Domingo del Tiempo Ordinario
Lecturas
Dn 12, 1-3
Hb 10, 11-14.18
Mc 13, 24-32

Para comprender correctamente el texto que acabamos de proclamar, conviene saber que el modo en que está redactado es especial. Se utiliza un lenguaje lleno de imágenes, metáforas, símbolos, que parten de exageraciones de la realidad y que buscan "sacudir" y despertar al oyente, invitándolo a la reflexión y al compromiso. Se trata de un género literario que se denomina "apocalíptico". Hay mucho de este estilo en distintos fragmentos de la Escritura, por ejemplo, el último libro de la Biblia lleva ese nombre: "Apocalipsis", porque está todo entero escrito de esa manera. También la primera lectura que escuchamos hoy del profeta Daniel responde a ese género literario.

Este tipo de textos tienen una característica común: invitan a ver la acción de Dios en la historia, aun cuando ésta sea difícil o adversa. Son siempre una invitación a la esperanza. En la época en que se escribió el libro de Daniel, el pueblo de Dios sufría la opresión de reyes tiránicos, y a partir de esa situación el autor invita a considerar cómo las tribulaciones presentes adelantan la liberación definitiva que el Señor les había prometido. "Serán días de gran tribulación...los justos se despertarán para la vida eterna...y será liberado mi pueblo".

También cuando Marcos escribió las palabras de Jesús que escuchamos hoy los romanos habían destruído el templo de Jerusalén y el pueblo estaba otra vez disperso por el mundo. El mensaje es claro: aunque se desmorone el mundo (los astros se caen, la luna se apaga, el sol se oscurece...), no perdamos la esperanza: si ahora pasamos estas cosas quiere decir que el retorno del Mesías está cerca.

Ahora bien, el día del Señor está cerca, pero nadie sabe cuándo sucederá. Jesús es muy claro en cuanto a que ni Él ni los ángeles lo saben, sino sólo el Padre. Cuando escuchamos este relato en la versión de Lucas, escuchamos que la lista de señales es mayor: incluye guerras, revoluciones, hambre, pestes, terremotos. Se trata de signos que están presentes en todo momento de la historia y en ninguno en particular. Lo que se nos quiere decir es: siempre hay que estar atentos, Jesús viene a nuestro encuentro en cada generación. "No pasará esta generación antes de que se cumpla todo esto". Para cada generación valen estas palabras y en cada generación tenemos que comprometernos para que la esperanza del Reino se vaya realizando. Para cada generación resulta verdadero que en algún momento cielo y tierra desaparecen, pero la Palabra permanece. En ella tenemos que apoyarnos para que lo que quede después de nosotros sea mejor para los que vienen.

Por eso también la comparación de la higuera: cuando sus ramas se vuelven flexibles, cuando empiezan a aparecer los frutos, se puede inferir que se acerca el verano. El método cristiano siempre implica mirar la realidad, mirar los "signos de los tiempos", mirar lo que ocurre a nuestro alrededor y captar que "algo" está pasando, que "algo nuevo" se gesta, se hace presente. Esa novedad es el Reino, que actúa en la historia y que reclama nuestro compromiso y laboriosiodad.

En definitiva, que las dificultades del tiempo que nos toca vivir no nos lleven a una falsa nostalgia de "que todo tiempo pasado fue mejor", que no caigamos en la queja continua, o en el pensar que todo se desmorona. Que el espíritu "apocalítico" no sea en nosotros sinónimo de pesimismo y negatividad. Al contrario, seamos testigos esperanzados y constructores positivos de un mundo cargado de valores, más vivible, más humano, más abierto a la presencia fuerte y misericordiosa de nuestro Dios.

P. Gerardo Galetto

Evangelio Ilustrado

¡Debemos estar siempre preparados
para ir con Jesús!


Evangelio según San Marcos (13, 24-32)

(Clickear sobre la imagen para ver tamaño completo)


sábado, 14 de noviembre de 2009

Jornada Nacional del Enfermo


En la vida de Jesucristo el tema de la enfermedad ocupa un lugar destacado, o mejor dicho la vida del enfermo. A la enfermedad la podemos estudiar como fenómeno sanitario y social, al enfermo, en cambio, por ser una persona la debemos atender y amar. Esta distinción nos ayuda a definir una actitud y, también, a examinar nuestra conducta frente al enfermo que tenemos cerca.

Es bueno acostumbrarnos a ser jueces de nosotros mismos, de nuestras actitudes, sobre todo en aquellos temas que predicamos y que exigimos a los demás. Preguntarnos por nuestra atención al enfermo, puede ayudarnos a crecer en nuestro estilo de vida humana y espiritual.

Cuál es la actitud cristiana frente a la enfermedad y al enfermo? En primer lugar diría no negarla y, además, poner todos los medios para evitarla, como disminuir su mal o curarla. Esto es lo que Dios quiere, pensemos en el alcance que tiene el 5° Mandamiento, que no es sólo no matar sino cuidar la vida, también cuidar nuestra propia vida. Qué importante es poner todos los medios para conservar el don de la vida y de la salud, ellas son nuestra mayor riqueza.

En segundo lugar diría, saber que la enfermedad, como expresión de nuestra condición humana, es una posibilidad real. No podemos creernos dioses o vivir pensando en el mito de la eterna juventud. Esta actitud cuántas veces quita paz y alegría, porque no se alimenta de la verdad de nuestra existencia. Maduramos y crecemos espiritualmente cuando sabemos asumir los límites que nos presenta la propia vida. Esto no es pasivismo, sino que supone una actitud positiva frente a nuestra fragilidad. Qué importante es la fe cuando nos descubre ese horizonte de plenitud que es la eternidad. El hombre, en cuanto ser espiritual nunca muere, ama su presente en este mundo pero no vive encerrado en sus límites. Es protagonista y peregrino. Cuando se pierde de vista esta dimensión de lo humano es el hombre quién se empobrece.

En tercer lugar hablaría de nuestra actitud frente al enfermo, que es alguien que necesita de nuestra presencia y compañía, sea por la acción, por la palabra o, incluso, por nuestro silencio. Nuestra presencia tiene mucho de providencia para él, es decir, presencia de Dios que no abandona a sus hijos. Dios llega al hombre a través del hombre. Creo que lo importante es sentirnos responsables de una palabra, de una respuesta frente al enfermo. Él, desde su fragilidad, debe ser una pregunta para nosotros. Su sensibilidad, además, percibe el modo y la calidad de nuestros gestos, que para él adquieren un valor único. “Bonum, bene”, decía san Agustín, es decir, al bien hay que hacerlo bien, no de cualquier manera. Qué pobre el gesto de nuestra ayuda, cuando el enfermo no percibe esa cualidad de amor que lo eleva y lo hace sentir bien.

Deseándoles un buen fin de semana en compañía de sus familias, amigos, y porque no de sus enfermos, reciban de su Obispo mi palabra de afecto junto a mis oraciones y bendición.


Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

viernes, 13 de noviembre de 2009

UCSF - Seminario de Teología 2009

Cardenal Estanislao Esteban Karlic

jueves, 12 de noviembre de 2009

Misa en Luján por la Misión Continental y el Año Sacerdotal


Luján (Buenos Aires), 11 Nov. 09 (AICA)

Los obispos que participan de la 98ª asamblea plenaria de la Conferencia Episcopal Argentina en la casa de ejercicios El Cenáculo – La Montonera, de Pilar, se trasladaron hoy a la basílica de Nuestra Señora de Luján, donde concelebraron una misa para “depositar a los pies de Nuestra Madre este compromiso de animar y llevar adelante la Misión Continental, que busca poner a la Iglesia en estado permanente de misión”, y para pedir “por todos los sacerdotes, por su perseverancia y santificación” y las vocaciones sacerdotales en el país.


La celebración eucarística fue presidida por el arzobispo de Buenos Aires y primado de la Argentina, cardenal Jorge Mario Bergoglio, y la homilía estuvo a cargo del arzobispo de Tucumán, monseñor Héctor Luis Villalba.

Tras recordar que el Documento de Aparecida habla de “conversión pastoral y renovación misionera de las comunidades”, el prelado tucumano sostuvo que “la Iglesia nos está llamando a que asumamos con “un dinamismo nuevo” nuestra responsabilidad con el Evangelio y con la humanidad. Se nos está pidiendo disponernos a la evangelización y no encerrarnos en nuestras comunidades. Se nos está pidiendo echar una mirada sobre el vasto mar del mundo a fin de que todo hombre encuentre a Jesucristo, como el sanado de Gerasa”.

Hoy, la Iglesia necesita hacer un esfuerzo importante para presentar la fe cristiana de un modo atrayente. Para ello hay que revitalizar la propia comunidad cristiana renovando actitudes, y purificando las estructuras caducas. Y, además, hay que descubrir los caminos más aptos para comunicar la Buena Noticia.Renovarse para evangelizar mejor: esto es lo que hoy dice el Espíritu a la Iglesia”, subrayó.

Monseñor Villalba señaló que la intención del Año Sacerdotal convocado por el papa Benedicto XVI, con los 150 años de la muerte del Santo Cura de Ars, San Juan María Vianney, favorecer el ansia, la vocación, de los sacerdotes hacia la perfección espiritual de la cual depende, sobre todo, la eficacia de su ministerio”.

El arzobispo precisó que "se quiere prestar una particular atención a la prioritaria promoción de las vocaciones al ministerio ordenado”, y llamó a “recoger el testimonio del Cura de Ars, poner la mirada en su peculiar manera de vivir santamente al frente de una parroquia y ver cómo supo afrontar con realismo el aquí y ahora de su tiempo y cumplir la misión sacerdotal de encarnar el Evangelio en el contexto cultural de su hora".

“Pidamos a Nuestra Señora de Luján por todos los sacerdotes, por su perseverancia y santificación y pidamos por las vocaciones sacerdotales para nuestra Nación”, concluyó.

Al finalizar la Eucaristía, los obispos se dirigieron a la capilla donde están sepultados los restos del cardenal Eduardo Pironio, a fin de rezar para que “su causa (de beatificación) siga avanzando y alcance pronto, en el reconocimiento público de la Iglesia, la santidad que tanto anhelamos”.


Texto completo de la homilia

miércoles, 11 de noviembre de 2009

Constitución Apostólica "Anglicanorum Coetibus"

Benedicto XVI junto al arzobispo de Canterbury
y primado de la Comunión Anglicana, Rowan Williams

La Congregación para la Doctrina de la Fe dio a conocer la Constitución Apostólica "Anglicanorum coetibus", sobre la institución de Ordinariatos Personales para los Anglicanos que entran en la comunión plena con la Iglesia Católica y sus Normas Complementarias.

Ambos documentos están fechados el 4 de noviembre, festividad de San Carlos Borromeo, y firmados por el cardenal William Joseph Levada y el arzobispo Luis F. Ladaria SJ, Prefecto y Secretario respectivamente de esa Congregación.

Un comunicado del dicasterio recuerda que el 20 de octubre de 2009, el cardenal Levada anunció "un nuevo documento para responder a las numerosas peticiones enviadas a la Santa Sede por grupos de ministros y fieles anglicanos de diversas partes del mundo que desean entrar en la comunión plena y visible con la Iglesia Católica".

"La Constitución Apostólica que ahora se publica -dice el texto- introduce una estructura canónica que facilita esa reunión corporativa mediante la institución de Ordinariatos Personales que permitirán a esos grupos entrar en comunión plena con la Iglesia Católica, conservando al mismo tiempo elementos específicos del patrimonio espiritual y litúrgico anglicano. Las Normas Complementarias servirán para la correcta aplicación del procedimiento".

"Esta Constitución Apostólica abre un nuevo camino para la promoción de la unidad de los cristianos, reconociendo al mismo tiempo la legítima diversidad en la expresión de nuestra fe común. No se trata de una iniciativa que haya tenido origen en la Santa Sede, sino de una respuesta generosa por parte del Santo Padre a la aspiración legítima de esos grupos anglicanos. La institución de esta nueva estructura se sitúa en plena armonía con el compromiso para el diálogo ecuménico, que sigue siendo prioritario para la Iglesia Católica".

"La posibilidad prevista en la Constitución Apostólica de la presencia de algunos clérigos casados en los Ordinariatos Personales -puntualiza el comunicado- no significa en modo alguno un cambio en la disciplina de la Iglesia acerca del celibato sacerdotal que, como afirma el Concilio Vaticano II es signo y al mismo tiempo estímulo de la caridad pastoral y anuncia de forma resplandeciente el reino de Dios".

La Constitución consta de trece disposiciones relativas a la formación de los Ordinariatos que gozan, según afirma el párrafo 3 del primer apartado, "de personalidad jurídica pública y son asimilables jurídicamente a una diócesis"; a la potestad del Ordinario "ejercida de forma conjunta con la del obispo diocesano local en los casos previstos por las Normas Complementarias"; a los candidatos al Orden Sacramental; a la erección, con la aprobación de la Santa Sede, de nuevos Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, así como de parroquias; a la visita "ad limina" del Ordinario, etc.

Las Normas Complementarias tratan de la dependencia de la Santa Sede; las relaciones con las Conferencias Episcopales y los obispos diocesanos; el Ordinario; los fieles del Ordinariato; el clero; los obispos que eran anglicanos; el Consejo de gobierno; el Consejo pastoral y las parroquias personales.

Fuente: AICA

martes, 10 de noviembre de 2009

Matrimonio: unión estable entre un hombre y una mujer


Ante el conocimiento de un próximo debate legislativo sobre proyectos de ley de matrimonio homosexual, la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina manifiesta al respecto:

El matrimonio como relación estable entre el hombre y la mujer, que en su diversidad se complementan para la transmisión y cuidado de la vida, es un bien que hace tanto al desarrollo de las personas como de la sociedad. No estamos ante un hecho privado o una opción religiosa, sino ante una realidad que tiene su raíz en la misma naturaleza del hombre, que es varón y mujer. Este hecho, en su diversidad y reciprocidad, se convierte, incluso, en el fundamento de una sana y necesaria educación sexual. No sería posible educar la sexualidad de un niño o de una niña, sin una idea clara del significado o lenguaje sexual de su cuerpo. Estos aspectos que se refieren a la diversidad sexual como al nacimiento de la vida, siempre fueron tenidos en cuenta como fuente legislativa a la hora de definir la esencia y finalidad del matrimonio. En el matrimonio se encuentran y realizan tanto las personas en su libertad, como el origen y el cuidado de la vida.


Esto no debe ser considerado como un límite que descalifica, sino como la exigencia de una realidad que por su misma índole natural y significado social, debe ser tutelada jurídicamente. Estamos ante una realidad que antecede al derecho positivo y, por lo mismo, es para él fuente normativa en lo sustancial.


Afirmar la heterosexualidad como requisito para el matrimonio no es discriminar, sino partir de una nota objetiva que es su presupuesto. Lo contrario sería desconocer su esencia, es decir, aquello que es. “El matrimonio no es una institución puramente humana a pesar de las numerosas variaciones que ha podido sufrir a lo largo de los siglos en las diferentes culturas, estructuras sociales y actitudes espirituales. Estas diversidades no deben hacer olvidar sus rasgos comunes y permanentes”.


El matrimonio se funda en la unión complementaria del varón y la mujer, cuyas naturalezas se enriquecen con el aporte de esa diversidad radical. La realidad nos muestra que toda consideración física, psicológica y afectiva de los sexos, es expresión de esa diversidad, la cual además no se explica en un sentido antagónico, sino de complemento mutuo. El varón y la mujer, conforman desde esa diversidad complementaria, una nueva realidad que es la familia y que, desde los inicios mismos de la humanidad, ha sido protegida por las sociedades civilizadas, con la institución del matrimonio. Confirma esa realidad, la Declaración Universal de los Derechos del Hombre la cual exige “reconocer el derecho del hombre y de la mujer a contraer matrimonio y a formar una familia”.


Es responsabilidad de todos proteger este “bien de la humanidad”, (como llamaba Juan Pablo II a la familia), de allí el deseo que nos mueve a sumar las presentes reflexiones en un diálogo sincero con la sociedad y como aporte a quienes tienen la difícil tarea de legislar sobre estos temas.


La Sagrada Familia de Nazareth, modelo permanente, ayude a descubrir a nuestros jóvenes, el valor de la vocación matrimonial.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Encuentro Arquidiocesano de IAM

IAM Nuestra Señora de Belén

INFANCIA y ADOLESCENCIA MISIONERA

"160 años siendo y haciendo amigos para Jesús"

El sábado 31 de octubre tuvo lugar el Encuentro Arquidiocesano de Niños (7 a 12 años), de Adolescentes (13 a 17 años) y de Animadores de la INFANCIA Y ADOLESCENCIA MISIONERA. Dicho encuentro se llevó a cabo en la localidad de Llambi Campbell a partir de las 8.30 y hasta las 17.45 hs.



En el templo, antes del encuentro

Cintia y Adrián, responsables de IAM Nuestra Señora de Belén,
junto al Padre Ignacio Balbo, Director Diocesano de OMP

Los chicos y chicas de IAM Nuestra Señora de Belén, acompañados por los animadores, participaron de este encuentro en el que compartieron con chicos y chicas de toda la arquidiócesis la alegría de ser amigos de Jesús.

Visitá el Fotolog de IAM Nuestra Señora de Belén

domingo, 8 de noviembre de 2009

Homilía Dominical

32º Domingo del Tiempo Ordinario
Lecturas
1 Re 17, 10-16
Hb 9, 24-28
Mc 12, 38-44

A partir de hoy, y hasta casi llegada la Navidad, la Iglesia en su liturgia nos propone un tema fundamental para nuestra vida cristiana: la virtud de la esperanza. Seguramente porque ya se presiente el fin del año, sobre todo del año litúrgico, que culmina un poco antes que el calendario civil, y el tema del fin lleva a mirar al retorno definitivo del Señor, cuando Él vuelva a instaurar su Reino. Mientras tanto, la esperanza es una virtud activa, que no sólo aspira a lo que vendrá, sino que nos compromete con la construcción de la historia, haciendo operante el amor de Dios.


Hoy el Evangelio nos presenta dos actitudes contrarias a la esperanza, y nos advierte acerca de ellas. Son como síntomas muy claros de que quien padece estas inclinaciones en el fondo de su alma ha dejado de esperar, ha perdido -o debilitado tal vez- el sentido trascendente de su vida, y ya no ve el horizonte hacia el que debe dirigirse. El alma que se deja llevar por estas influencias "perdió la brújula" y está sometida al vaivén de los entornos.


La primera actitud contra la que nos previene Jesús es el deseo de figurar. El Señor observa la conducta de los que quieren el primer puesto, se preocupan en fingir y aparentar, y ponen más energía en mostrarse que en hacer el bien, y aprovecha para indicárselo a sus discípulos como un camino que lleva a la nada, al vacío. El deseo de gloria es muy natural en cada persona. Más, está inscrito en nuestra naturaleza porque para eso fuimos creados: para la gloria de Dios. Pero a veces preferimos cambiar este enorme valor por baratijas mundanas que no llenan el corazón. Preferimos espejitos de colores que relucen pero no con el brillo de las cosas auténticas. Tal vez nos venga bien esta advertencia del Señor, porque en la convivencia diaria, en las instituciones, y también en nuestra vida religiosa se puede dar esta situación, que nos enreda en ambiciones mezquinas y trifulcas que no valen la pena. Además, es cierto que nuestra cultura está edificada sobre estos pseudo valores de la imagen: todo tiene que ser "estético", "fashion", lo cual puede ser una manera de reeditar la tentación de los escribas y fariseos.


La segunda actitud que demuestra falta de esperanza es la ausencia de generosidad. Sólo puede ser desprendido un corazón que espera, que está libre de ataduras temporales. La esperanza hace que valoremos y utilicemos los bienes terrenales, sin dejarnos atrapar por ellos. La esperanza nos hace capaces de compartir con los más necesitados, trabajando para que todos tengan lo necesario para una vida digna. Ese es el sentido más profundo de la limosna, que Jesús elogia en el Evangelio de hoy. El acto de dar no es sólo para socorrer a una necesidad inmediata: también tiene un profundo sentido pedagógico. Nos educa, nos adiestra, nos recuerda que el sentido de nuestra existencia es el don de uno mismo. Cuando la viuda pobre del Evangelio dio las dos monedas de cobre, en realidad estaba entregando toda su persona, estaba confiando todo su proyecto de vida en la manos de Dios.


En el Antiguo Testamento hay un relato similar a este, que hoy escuchamos como primera lectura. La viuda de Sarepta, que tenía miedo de dar, porque sabía que no le alcanzaría para ella misma, pero que cuando comparte la harina descubre que alcanza y sobra. Es el milagro de la solidaridad: dando los bienes, alcanza para todos. Los recursos materiales se frustran cuando los acaparamos e impedimos la realización de su destino universal.

Podríamos entonces preguntarnos: ¿cuáles son mis pequeñas "monedas de cobre" que puedo ofrecer por los demás? Los textos escuchados nos invitan a confiar en la fuerza transformadora de actitudes que pueden parecer frágiles y pequeñas, pero que hechas con amor y lucidez pueden significar el comienzo de cambios profundos. Al mismo tiempo podría preguntarme: cada vez que doy, ¿estoy entregando mi vida o simplemente "saliendo del paso"? Cuando golpean a mi puerta para pedirme, cuando se me acercan en un semáforo, cuando me piden una moneda: ¿tengo que dar o no? La pobreza de hoy tiene causas muy profundas que no se solucionan simplemente con la dádiva. ¿Intento buscar soluciones creativas ante este escándalo? De acuerdo con mi vocación y estado, con mi rol en la sociedad y en la Iglesia, ¿busco aportar con inteligencia y perseverancia para la construcción de un orden más justo?


En definitiva, el gesto de la viuda recuerda el gesto de Jesús: Él es el que se entregó a sí mismo hasta el extremo, el que dió su vida para que la nuestra alcance toda la plenitud que está llamada a tener. Junto con Él, animémonos a hacer algo para que el Reino que esperamos, Reino de justicia, amor y paz se haga más presente en la historia.

P. Gerardo Galetto