Nuestra Señora de Belén

Horarios de Misa

Jueves: 19.30hs.
Sábados: 20 hs.
Domingos: 10 hs. Misa para niños, y 20 hs.

Confesiones: después de Misa.

Bautismos: segundo y cuarto domingo de cada mes.


Secretaría Parroquial


Jueves: 18.30 a 20 hs.
Sábados: 18.30a 20 hs.
Domingos: 11 a 12 hs.


CARITAS

Martes de 14 a 18 hs.



Nuestro Párroco

Pbro. Daniel Gazze



A todos los que ingresen a esta página:


*** BIENVENIDOS ***

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:: Homilías ::

(Clickear sobre la Biblia para leer las lecturas)


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lunes, 31 de agosto de 2009

Informe Económico - Agosto 2009

Publicamos el Informe Económico del mes de agosto de 2009.

Gracias a todos por su generosa colaboración.




A B C
1 INFORME ECONOMICO MES:
AGOSTO
2


3 I N G R E S O S

4 Colectas Misas $ 2.166.70
5 Donaciones

6 Sostenimiento del culto (2%) $ 2.340.00
7


8 TOTAL $ 4.506.70
9


10 E G R E S O S

11 Gastos de Secretaría $ 12.00
12 Gastos Sacristía $ 420.00
13 Sueldos $ 405.00
14 Sostenimiento Culto

15 Arzobispado 1/3 $ 780.00
16 Varios

17


18 TOTAL $ 1.617.00
19


CARITAS Parroquial

Equipo de CARITAS Parroquial

Un poco de historia...


Durante el año 1989 llegó a Colastiné trasladada desde el Chaco, donde residió y ejerció por muchos años una importantísima misión en comunidades aborígenes carenciadas, la Hna. Malvina, perteneciente a la congregación de las Hermanas Josefinas.

Al descubrir lo extensa y diversa que era nuestra zona, se mostró, como siempre, inquieta y sensible a las necesidades del prójimo y fue así que comenzó a recorrer a pie las barriadas periféricas más pobres y necesitadas. Atenta a lo observado, solicitó al entonces Administrador Parroquial, padre Enrique Zengarini, autorización para abrir las puertas de Cáritas Parroquial.

En los barrios de la Vía Muerta y El Bañado, consiguió yendo casa por casa y golpeando la puerta de los que más recursos tenían, construir dos salones que fueron a la vez Capillas y “Copas de Leche”.

Su mano derecha fue siempre Yuly de Labrador, quien, después de haberse levantado los salones San Cayetano en Vía Muerta y Ángeles Custodios en El Bañado, continuó la tarea asistiendo en cada lugar a más de cien niños, donde les preparaban una taza de leche todos los fines de semana, ya que los comedores escolares no funcionan esos días y los pequeños quedaban sin un sustento seguro.

Las encargadas de cada uno de los salones desde entonces, son Alicia Sosa de Luna en la Vía Muerta y Rosita de Mariaux en el Bañado.

Agobiada por su salud que mermaba a pasos agigantados a causa del tiempo vivido en malas condiciones climatológicas sumado a los años de lucha sin detenimiento, la Hna. Malvina se retiró de la dirección de Cáritas en el año 1998, asumiendo desde entonces quien hoy dirige la entidad, la Sra. Silvia de Donet.

La religiosa, no obstante, acompañó mientras continuó residiendo en la zona, todas las actividades y necesidades que se atendían.

Actualmente existe un hermoso grupo de trabajo integrado además de la directora Sra. Silvia de Donet, por las Señoras: Mirta Lucero, Norma de Sanuto, Blanca Medina, Beba de Ballester, Carmen Cardozo, Zulema Soratti, Chichina Orbea, Mariana Magnin de Rotschy y Olga de Ballester.

Cáritas parroquial recibe en la actualidad la ayuda de la comunidad de Nuestra Señora de Belén, de la Empresa Walmart y de Cáritas central que junto al Gobierno de la Provincia, entregan la suma de $700 por mes para atender las necesidades de los carenciados.

Las tareas se realizan todos los martes a partir de las 14 y en adelante, tiempo en el que una vez al mes se entregan bolsones a cien familias censadas. Asimismo y también mensualmente se sirve un chocolate a treinta ancianos acompañado por pan casero elaborado por Mirta, una de las integrantes del grupo de trabajo.

Con la ropa que no es útil para el uso, luego de descoserla, se aprovechan sus telas para la confección de alcochados de abrigo, para lo que contamos con dos máquinas de coser.

En oportunidades, cuando se reciben grandes donaciones, colaboran vecinos que poseen camionetas grandes para poder acarrearlas hasta el salón para su posterior distribución.

Cada tres meses, la empresa Walmart dona 800 kg de mercaderías variadas para atender necesidades diversas.

Es de destacar que, durante las inundaciones tanto de nuestra zona como las del 2003 que afectaron a la ciudad de Santa Fe se colaboró durante semanas, ininterrumpidamente, para asistir sin distinción a las personas afectadas que se acercaban a solicitar nuestra ayuda.

En dicha oportunidad se contó con la colaboración desinteresada e incansable de un gran grupo importante de familias de nuestra comunidad parroquial, quienes generosamente hicieron posible que el auxilio llegara en tiempo y forma a todos.

El trabajo del grupo de Cáritas es silencioso, pero continuo y perseverante, convirtiéndose en tarea agradable y reconfortante para el espíritu de cada una de las colaboradoras.

Nuestro objetivo es poder cubrir las necesidades vitales a los más carenciados y olvidados, especialmente a los ancianos.

En los Salones se realizan múltiples actividades además de la Catequesis, como lo son costura, gimnasia, Jardín para los más pequeñitos y manualidades.

Para las fiestas Patronales se celebran Misas en honor a San Cayetano y a los Ángeles Custodios.

Queremos por este medio, aprovechar para agradecer la cuantiosa colaboración que se recibe de muchas personas de la comunidad y muy especialmente a aquellos que, siempre desde el anonimato, nos proveen de pañales descartables para adultos.

Rogamos muy especialmente a Nuestra Señora de Belén para que siempre nos guíe y sostenga en los momentos de dificultad a fin de mantener la fortaleza necesaria para continuar en esta tarea solidaria.



Té bingo de CARITAS diocesana, en Grand Prix, 12 de agosto de 2009


La comunidad de Nuestra Señora de Belén recibió el caluroso aplauso de todos los asistentes al té bingo, organizado por CARITAS diocesana el 12 de agosto de 2009, por haber vendido la mayor cantidad de tarjetas.

¡¡¡¡¡¡¡FELICITACIONES!!!!!!!

domingo, 30 de agosto de 2009

Homilía Dominical

22º Domingo del Tiempo Ordinario
Lecturas
Dt 4,1-2.6-8
St 1, 17-18.21b-22.27
Mc 7, 1-8. 14-15. 21-23

Hoy la Iglesia celebra a Santa Rosa de Lima, patrona de América. Después de la Virgen de Guadalupe, es la devoción más importante de nuestro continente. Cada vez que celebramos a un santo, la liturgia nos interpela y nos recuerda nuestra vocación al amor y a la plenitud: eso es la santidad.


Por otra parte, Rosa de Lima muestra la vitalidad y fecundidad que tuvo la primera evangelización de nuestro continente, aún en medio de las contradicciones y tensiones propias de un "encuentro entre dos mundos". Dos culturas muy distintas, la europea y la indígena, se unieron a partir del Evangelio, para dar origen a este fenómeno nuevo que es América Latina.


Hoy nos viene bien recordar esta herencia y esta tradición, que tuvo "luces y sombras", y asumirla lúcida y críticamente para seguir llevando adelante la tarea de responder con la fe en Cristo a los interrogantes y desafíos nuevos que se presentan en nuestro continente.


El hombre no puede vivir sin tradiciones: las necesita, son su raíz, su memoria, su humus vital. Pero Jesús hoy nos advierte que, si no tenemos cuidado, a veces pueden oscurecer nuestra relación con Dios y con el prójimo. Es el reproche que dirige hoy a los escribas y fariseos, quienes cayeron en la ilusión de pensar que el hombre se salva por el cumplimiento meticuloso y externo de la ley. Sin duda que ésta es necesaria y buena, pero es incapaz de renovar el corazón por sí misma. Y éste es el punto clave de la propuesta de Jesús: un corazón nuevo. No lo podemos lograr nosotros, es fruto de su gracia. Para eso el Señor murió y resucitó: para renovar al hombre en todas sus dimensiones. El proyecto cristiano no es un barniz leguleyo, sino "el hombre nuevo".


Por último, podríamos preguntarnos si algunas respuestas sociales a determinados males de hoy no son una reedición de la tentación farisaica. Hay cierta hipocresía social al pensar que se cambia la realidad cambiando las leyes. Sin duda que la ley humana no puede ser inmutable y para siempre, pero por tratarse de la salvaguarda de los valores (eso es la ley) tampoco puede quedar supeditada a los sucesos de la coyuntura.


P. Gerardo Galetto

Evangelio ilustrado

¿Cómo está tu corazón?
Evangelio según San Marcos (7,1-8.14-15.21-23)


(Clickear sobre la imagen para ver tamaño completo)


Santa Rosa de Lima, Patrona de América


sábado, 29 de agosto de 2009

Nuestra Señora de la Guardia


FIESTA PATRONAL


Domingo 30 de agosto, 17.30 hs.
Procesión y Misa


¡¡¡LOS ESPERAMOS!!!

“…Es una Virgen 'de de ojos abiertos', que hace guardia al mundo, a sus pequeñas y grandes situaciones de necesidad. Es así mi Virgen. Nos invita a lo alto y nos abre los ojos, no se resigna a obrar sola, quiere obrar sólo junto a nosotros, con nuestra adhesión de fe libre y responsable. Así ha sido conmigo y creo que hace lo mismo con quienes van a La Guardia aún hoy…”
Benedicto Pareto

Historia de Nuestra Señora de la Guardia

El 29 de Agosto de 1490 es la fecha de la primera aparición de la Virgen de la Guardia, hace ya 519 años, en el monte Figogna, cerca de Génova, Italia.

La Virgen bendita se le apareció cerca de las 10 de la mañana a un hombre llamado Benedicto Pareto. Él era un pastor ya anciano de Livellato, casado y con 2 hijos, Bartolomeo y Pasquale. Vivían en la extrema pobreza y sacaban del ganado lo necesario para vivir y vestir. Educado por sus buenos padres, amaba a Dios. Era un hombre de admirable sencillez, cultivaba y sembraba la tierra.

Pareto subía con frecuencia a la cima del monte Figogna para cegar la hierba, y fue allí donde se le apareció la Virgen por primera vez. Éste fue el momento de la prodigiosa aparición; Benedicto vio delante de sí una majestuosa Señora, que con su resplandor iluminaba todo el lugar. Él se quedó sin voz y lleno de temor.

La Virgen lo reconfortó diciéndole cariñosamente:
- “Benedicto, no temas, YO SOY MARÍA, la Madre de Jesús.”

Entonces, el hombre se arrodilló y le preguntó:
- “¿Qué desea de mí, benigna Señora?”

Y María extendiendo la mano le indicó un lugar y le dijo:
- “Yo quiero que allí me edifiques una capilla.”

Benedicto respondió:
- “¡Señora, yo soy pobre!”

Pero la Virgen le dijo:
- “No tengas miedo, serás muy ayudado.”

Él concluyó:
- “Confío en Vos, oh Señora Mía, empezaré la obra que me mandas.”

Pareto corrió a su casa y apenas su mujer escuchó los relatos de la aparición, se burló y lo tomó por loco. Él terminó por creerlo. El pobre Pareto no se atrevió a hablar más de la aparición y se olvidó de cumplir la promesa.

Al día siguiente durante su trabajo se subió a una higuera para desayunar; se le rompió la rama en la que apoyaba sus pies y se cayó, quedando mal herido, con fracturas y complicaciones internas que lo llevaron al borde de la muerte. Fue llevado por unos hombres a su casa y el médico que lo atendió, no le dio esperanza. Benedicto rezaba, arrepintiéndose de corazón de no haber obedecido a la Virgen.

Sucedió esto el primer viernes de Septiembre.

María se le aparece de nuevo en su casa y le hace saber que la caída fue un aviso del cielo; le hizo renovar la promesa y subió al cielo, dejándolo completamente curado.

La sanación convenció a todos, incluso a su esposa y a sus hijos Bartolomeo y Pasquale y a mucha gente del pueblo. Esta segunda aparición, dio crédito a las palabras de Pareto y por esto le fue fácil obtener ayuda para levantar la capilla. Ésta era pequeña; en su interior había un altarcito y lugar sólo para el celebrante y pocos ministros, los demás todos afuera.

La pequeña capilla con el tiempo comenzó a no ser suficiente. Por ello, numerosas personas y familias, y todo el valle de Polcevera, trabajaron durante muchísimo tiempo para terminar en el año 1890 la actual gran basílica.


Oración
a Nuestra Señora de La Guardia


Oh María, seguro refugio nuestro, vengo a depositar en Ti toda mi confianza, para que mi alma de creyente jamás el mundo manche con su impiedad.

Oh Santísima Virgen de la Guardia, con tus resplandores ahuyentas las tinieblas del pecado, confortas a la humanidad doliente y le das fuerza para seguir por la senda de la abnegación y del sacrificio; ilumina mi entendimiento para aumentar en mi alma la fe, para recorrer el camino de la vida y conseguir al fin de ella la posesión del sumo bien.

Madre amada, acudo a Ti implorando tu protección y auxilio en todas mis necesidades y en particular (se pide la gracia deseada) si es que ella no se opone a la mayor gloria de Dios y bien de mi alma.

María misericordia,
María piedad,
María clemencia,
Consuelo de mi corazón,
En tus manos santísimas encomiendo mi espíritu,
Bajo tu guarda pongo mi vida y mi esperanza,
En Ti confío.

AMÉN.

Memoria del Martirio de Juan Bautista

Hoy, 29 de agosto, la Iglesia Universal recuerda el martirio de San Juan Bautista.

El evangelio de Marcos nos narra de la siguiente manera la muerte del gran precursor, Juan Bautista:

Herodes había mandado poner preso a Juan Bautista, y lo había llevado encadenado a la prisión, por causa de Herodías, esposa de su hermano Filipos, con la cual Herodes se había ido a vivir en unión libre. Porque Juan le decía a Herodes: "No te está permitido irte a vivir con la mujer de tu hermano". Herodías le tenía un gran odio por esto a Juan Bautista y quería hacerlo matar, pero no podía porque Herodes le tenía un profundo respeto a Juan y lo consideraba un hombre santo, y lo protegía, y al oírlo hablar se quedaba pensativo y temeroso, y lo escuchaba con gusto.

Pero llegó el día oportuno, cuando Herodes en su cumpleaños dio un gran banquete a todos los principales de la ciudad. Entró a la fiesta Salomé, la hija de Herodías y bailó, y el baile le gustó mucho a Herodes, quien le prometió a Salomé con juramento: "Pídeme lo que quieras y te lo daré, aunque sea la mitad de mi reino".

La muchacha fue donde su madre y le preguntó: "¿Qué debo pedir?". Ella le dijo: "Pida la cabeza de Juan Bautista". Ella entró corriendo a donde estaba el rey y le dijo: "Quiero que ahora mismo me des en una bandeja, la cabeza de Juan Bautista".

El rey se llenó de tristeza, pero para no contrariar a la muchacha y porque se imaginaba que debía cumplir ese vano juramento, mandó a uno de su guardia a que fuera a la cárcel y le trajera la cabeza de Juan. El guardia fue a la prisión, le cortó la cabeza Juan y la trajo en una bandeja y se la dio a la muchacha y la muchacha se la dio a su madre. Al enterarse los discípulos de Juan vinieron y le dieron sepultura . (Mc 6,17)

Herodes Antipas había cometido un pecado que escandalizaba a los judíos porque estaba prohibido por la ley de Dios y por la ley moral. Se había ido a vivir con la esposa de su hermano. Juan Bautista lo denunció públicamente. Se necesitaba mucho valor para hacer una denuncia como esta porque los reyes de oriente eran muy déspotas y mandaban matar sin más a quien es se atrevían a echarles en cara sus errores.

Herodes al principio se contentó solamente con poner preso a Juan, porque sentía un gran respeto por él. Pero la adúltera Herodías estaba alerta para mandar matar en la primera ocasión que se le presentara, al que le decía a su concubino que era pecado esa vida que estaban llevando.

Cuando pidieron la cabeza de Juan Bautista el rey sintió enorme tristeza porque estimaba mucho a Juan y estaba convencido de que era un santo y cada vez que le oía hablar de Dios y del alma se sentía profundamente conmovido. Pero por no quedar mal con sus compinches que habían oído su juramento y por no disgustar a la mujer que lo dominaba, mandó matar al santo precursor.

Este es un caso típico de cómo un pecado lleva a cometer otro pecado. Herodes y Herodías empezaron siendo adúlteros y terminaron siendo asesinos. El pecado de adulterio los llevó al crimen, al asesinato de un santo.

Juan murió mártir de su deber, porque él había leído la recomendación que el profeta Isaías hace a los predicadores: "Cuidado: no vayan a ser perros mudos que no ladran cuando llegan los ladrones a robar". El Bautista vio que llegaban los enemigos del alma a robarse la salvación de Herodes y de su concubina y habló fuertemente. Ese era su deber. Y tuvo la enorme dicha de morir por proclamar que es necesario cumplir las leyes de Dios y de la moral.

Último profeta y primer apóstol, Juan Bautista dio la vida por la Verdad, y por eso es venerado en la Iglesia como mártir.


De las homilías de san Beda el Venerable, presbítero

El santo Precursor del nacimiento, de la predicación y de la muerte del Señor mostró en el momento de la lucha suprema una fortaleza digna de atraer la mirada de Dios, ya que, como dice la Escritura, la gente pensaba que cumplía una pena, pero él esperaba de lleno la inmortalidad. Con razón celebramos su día natalicio, que él ha solemnizado con su martirio y adornado con el fulgor purpúreo de su sangre; con razón veneramos con gozo espiritual la memoria de aquel que selló con su martirio el testimonio que había dado del Señor.

No debemos poner en duda que san Juan sufrió la cárcel y las cadenas y dio su vida en testimonio de nuestro Redentor, de quien fue precursor, ya que, si bien su perseguidor no lo forzó a que negara a Cristo, sí trató de obligarlo a que callara la verdad; ello es suficiente para afirmar que murió por Cristo.

Cristo, en efecto, dice: «Yo soy la verdad»; por consiguiente, si Juan derramó su sangre por la verdad, la derramó por Cristo; y él, que precedió a Cristo en su nacimiento, en su predicación y en su bautismo, anunció también con su martirio, anterior al de Cristo, la pasión fuera del Señor.

Este hombre tan eximio terminó, pues, su vida derramando su sangre, después de un largo y penoso cautiverio. Él, que había evangelizado la libertad de una paz que viene de arriba, fue encarcelado por unos hombres malvados; fue encerrado en la oscuridad de un calabozo aquel que vino a dar testimonio de la luz y a quien Cristo, la luz en persona, dio el título de «lámpara que arde y brilla»; fue bautizado en su propia sangre aquél a quien fue dado bautizar al Redentor del mundo, oír la voz del Padre que resonaba sobre Cristo y ver la gracia del Espíritu Santo que descendía sobre él. Mas, a él, todos aquellos tormentos temporales no le resultaban penosos, sino más bien leves y agradables, ya que los sufría por causa de la verdad y sabía que habían de merecerle un premio y un gozo sin fin.

La muerte –que de todas maneras había de acaecerle por ley natural– era para él algo apetecible, teniendo en cuenta que la sufría por la confesión del nombre de Cristo y que con ella alcanzaría la palma de la vida eterna. Bien dice el Apóstol: A vosotros se os ha concedido la gracia de estar del lado de Cristo, no sólo creyendo en él, sino sufriendo por él. El mismo Apóstol explica, en otro lugar, por qué sea un don el hecho de sufrir por Cristo: Los sufrimientos de ahora no pesan lo que la gloria que un día se nos descubrirá.


viernes, 28 de agosto de 2009

Despenalización de la droga

Hemos asistido a un fallo de la Corte Suprema en el que se despenaliza la tenencia y el consumo personal de droga. El fallo pone el acento no tanto en lo nocivo de la droga, sino en la defensa de las acciones privadas que deben ser respetadas según la Constitución. Este dictamen, que no tiene el alcance de una ley sino sólo la interpretación de inconstitucionalidad frente a un caso particular, ha abierto el debate, sobre todo pensando que puede estar próximo el envío al Congreso de un proyecto para sancionar una Ley sobre el tema.

Si bien el fallo de la Corte tiene el límite de referirse a la interpretación de un caso particular, es un antecedente de alto valor jurídico.

La postura de la Iglesia ha sido clara. Partimos de una afirmación simple y de fácil constatación: la droga es sinónimo de muerte, que se ha convertido en un flagelo. A partir de ello concluimos que todo lo que acerque o haga más fácil su consumo es nocivo. En este sentido no hay que acercar la droga sino alejarla. Lo vemos de modo especial respecto a los jóvenes, que son la presa fácil del avance de la droga. El testimonio negativo de las madres de estos chicos es por demás elocuente, incluso no se podría decir tan rápidamente que no afecta a terceros:ellas lo niegan. Cuando frente a esta realidad leemos las conclusiones de la Corte nos parecen alejadas de la misma, o que se piensa en un primer mundo donde los parámetros de salud, educación, presencia del Estado dan un marco que garantiza la vida y la salud de la gente. Incluso en este supuesto no deja de ser un peligro y mal social el tema de la droga.

Por otra parte, el meta mensaje que este fallo trasmite no es un logro constitucionalista, sino algo más simple: “la droga ahora es legal”, es decir, hay permiso jurídico para el consumo, es legal. El auge del consumo al amparo de este fallo no va a ser el del adulto responsable de sus actos, sino de los jóvenes que son un mercado creciente en manos de redes de adultos que hacen negocio con su fragilidad. Es más, van a aparecer nuevos pequeños traficantes entre los mismos jóvenes. No creo que deba considerarse un acto contra mi libertad que la sociedad, a través de sus leyes, defina, penalice y ponga límites a un flagelo que avanza, destruye y mata. Penalizar lo que atenta claramente contra la salud, de modo especial entre los jóvenes de nuestros barrios carenciados, no significa negar la libertad sino pensar en el bien común. Además, si bien el derecho a la tenencia de drogas para uso personal no habilitaría de suyo su venta, sin embargo este fallo podría aparecer suavizándola socialmente.

Penalizar la tenencia no significa que haya que criminalizar a la persona que consume y es adicta, todo lo contrario, a ella hay que ayudarla con todos los medios posibles, incluso con la internación. Al que hay que castigar y poner preso es al traficante. Esta ayuda al drogadicto, como la pena al traficante supone la presencia de un Estado con decisión política que movilice los recursos necesarios para enfrentar esta situación. Creo que una posible ley de despenalización, si se considera e instrumenta este fallo como su primer paso, es un camino peligroso y alejado de la realidad. Cuando veo la actitud y el cambio de opinión como de legislación de otros países frente al tema de la droga, temo que tengamos cierto complejo que nos impida mantener posiciones claras que imponga límites. Creo que es necesario, por ello, distinguir el alcance de este fallo “in casu”, de lo que sería una ley de despenalización. Hay en esto una responsabilidad del poder legislativo.

Deseándoles un buen fin de semana, en compañía de sus familias y amigos, reciban de su Obispo mi afecto y oraciones junto a mi bendición.


Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

San Agustín, Padre y Doctor de la Iglesia

San Agustín, por Sandro Botticelli
"En el hombre interior habita la Verdad"

San Agustín es doctor de la Iglesia y el más grande de los Padres Latinos. Escribió muchos libros de gran valor para la Iglesia y el mundo, entre los que se destacan "La Ciudad de Dios" y sus "Confesiones".

Aurelio Agustín nació el 13 de noviembre del año 354, en Tagaste, al norte de África. Su madre fue Santa Mónica. Su padre, Patricio, era un hombre pagano de carácter violento.

Santa Mónica había enseñado a su hijo a orar y lo había instruido en la fe. San Agustín cayó gravemente enfermo y pidió que le dieran el Bautismo, pero luego se curó y no se llegó a bautizar. A los estudios se entregó apasionadamente pero, poco a poco, se dejó arrastrar por una vida desordenada.

A los 17 años se unió a una mujer y con ella tuvo un hijo, al que llamaron Adeodato.

Estudió retórica y filosofía. Compartió la corriente del Maniqueísmo, la cual sostiene que el espíritu es el principio de todo bien y la materia, el principio de todo mal.

Diez años después, abandonó este pensamiento. En Milán, obtuvo la Cátedra de Retórica y fue muy bien recibido por San Ambrosio, el Obispo de la ciudad. Agustín, al comenzar a escuchar sus sermones, cambió la opinión que tenía acerca de la Iglesia, de la fe, y de de Dios.

Santa Mónica trataba de lograr su conversión a través de la oración. Lo había seguido a Milán y quería que se casara con la madre de Adeodato, pero ella decidió regresar a África y dejar al niño con su padre.
Agustín estaba convencido de que la verdad estaba en la Iglesia, pero se resistía a convertirse.

Comprendía el valor de la castidad, pero se le hacía difícil practicarla, lo cual le dificultaba la total conversión al cristianismo. Él decía: “Lo haré pronto, poco a poco; dame más tiempo”. Pero ese “pronto” no llegaba nunca.

Un amigo de Agustín fue a visitarlo y le contó la vida de San Antonio, la cual le impresionó mucho. Él comprendía que era tiempo de avanzar por el camino correcto. Se decía “¿Hasta cuándo? ¿Hasta mañana? ¿Por qué no hoy?”. Mientras repetía esto, oyó la voz de un niño de la casa vecina que cantaba: “toma y lee, toma y lee”. En ese momento, le vino a la memoria que San Antonio se había convertido al escuchar la lectura de un pasaje del Evangelio. San Agustín interpretó las palabras del niño como una señal del Cielo. Dejó de llorar y se dirigió a donde estaba su amigo que tenía en sus manos el Evangelio. Decidieron convertirse y ambos fueron a contar a Santa Mónica lo sucedido, quien dio gracias a Dios. Agustín tenía 33 años.

Desde ese momento, Agustín se dedicó al estudio y a la oración. Hizo penitencia y se preparó para su Bautismo. Lo recibió junto con su amigo Alipio y con su hijo, Adeodato. Decía a Dios: “Demasiado tarde, demasiado tarde empecé a amarte”. Y, también: “Me llamaste a gritos y acabaste por vencer mi sordera”. Su hijo tenía quince años cuando recibió el Bautismo y murió un tiempo después. Él, por su parte, se hizo monje, buscando alcanzar el ideal de la perfección cristiana.

Deseoso de ser útil a la Iglesia, regresó a África. Ahí vivió casi tres años sirviendo a Dios con el ayuno, la oración y las buenas obras. Instruía a sus prójimos con sus discursos y escritos. En el año 391, fue ordenado sacerdote y comenzó a predicar. Cinco años más tarde, se le consagró Obispo de Hipona. Organizó la casa en la que vivía con una serie de reglas convirtiéndola en un monasterio en el que sólo se admitía en la Orden a los que aceptaban vivir bajo la Regla escrita por San Agustín. Esta Regla estaba basada en la sencillez de vida.

Fue muy caritativo, ayudó mucho a los pobres. Llegó a fundir los vasos sagrados para rescatar a los cautivos. Decía que había que vestir a los necesitados de cada parroquia. Durante los 34 años que fue Obispo defendió con celo y eficacia la fe católica contra las herejías. Escribió más de 60 obras muy importantes para la Iglesia como “Confesiones” y “Sobre la Ciudad de Dios”.

Los últimos años de la vida de San Agustín se vieron turbados por la guerra. El norte de África atravesó momentos difíciles, ya que los vándalos la invadieron destruyéndolo todo a su paso.

A los tres meses, San Agustín cayó enfermo de fiebre y comprendió que ya era el final de su vida. En esta época escribió: “Quien ama a Cristo, no puede tener miedo de encontrarse con Él”.

Murió a los 76 años, 40 de los cuales vivió consagrado al servicio de Dios.

Con él se lega a la posteridad el pensamiento filosófico-teológico más influyente de la historia.
Murió el año 430.

¿Qué nos enseña su vida?

  • A pesar de ser pecadores, Dios nos quiere y busca nuestra conversión.

  • Aunque hayamos cometido pecados muy graves, Dios nos perdona si nos arrepentimos de corazón.

  • El ejemplo y la oración de una madre dejan fruto en la vida de un hijo.

  • Vivir en comunidad, hacer oración y penitencia, nos acerca siempre a Dios.

  • Es posible, con la gracia de Dios, lograr una conversión profunda en nuestras vidas.



  • Algunos motivos para leer una de las obras cumbre de San Agustín




    Señor Jesús, que me conozca a mí y que te conozca a Ti,
    Que no desee otra cosa sino a Ti.
    Que me odie a mí y te ame a Ti.
    Y que todo lo haga siempre por Ti.
    Que me humille y que te exalte a Ti.
    Que no piense nada más que en Ti.
    Que me mortifique, para vivir en Ti.
    Y que acepte todo como venido de Ti.
    Que renuncie a lo mío y te siga sólo a Ti.
    Que siempre escoja seguirte a Ti.
    Que huya de mí y me refugie en Ti.
    Y que merezca ser protegido por Ti.
    Que me tema a mí y tema ofenderte a Ti.
    Que sea contado entre los elegidos por Ti.
    Que desconfíe de mí y ponga toda mi confianza en Ti.
    Y que obedezca a otros por amor a Ti.
    Que a nada dé importancia sino tan sólo a Ti.
    Que quiera ser pobre por amor a Ti.
    Mírame, para que sólo te ame a Ti.
    Llámame, para que sólo te busque a Ti.
    Y concédeme la gracia
    de gozar para siempre de Ti. Amén.

    miércoles, 26 de agosto de 2009

    El drama de la pobreza en Santa Fe

    Padre Atilio Rosso
    Referente del Movimiento Los Sin Techo

    El padre Atilio Rosso sostuvo que es indignante ver como en 25 años, nuestro país ha pasado de tener 600 mil excluidos a cuatro millones y medio. Además, señaló que los 250 gramos de leche en polvo y el pan que se le da a cada chico no hará desaparecer el 25% de pobreza que hay en los cinco mil chicos carenciados de Santa Fe.

    Esta mañana el padre Atilio Rosso, titular del movimiento “Los Sin Techo”, habló con LT9 acerca de la lamentable situación de la pobreza en Argentina y sobre la necesidad de abordar el problema en forma completa y profunda, comprendiendo que con la copa de leche que se le entrega a casi cinco mil chicos en nuestra ciudad, no terminará con el 25% de pobreza que hay en estos niños.

    “Hay que asumir una actitud seria con respecto a la miseria. Un país que en 25 años pasó de 600 mil excluidos a cuatro millones y medio se tiene que preguntar que pasa. ¿Cómo puede ser? Es una barbaridad que una Nación joven se de el lujo de tener dos millones de personas excluidas, donde se sabe que el final de ese hombre es nada. La muerte pronta, la no participación como ciudadano”, sostuvo el padre.

    Rosso señaló que la problemática de la pobreza debe tomarse globalmente y analizar las verdaderas raíces del asunto.

    “La solución integral de ese hombre que nace en mi ciudad y que necesariamente va a ser una persona desnutrida, ahí está el problema. de los 2.500 chicos yo puedo afirmar, después de 15 años de investigar el problema que el 25% es desnutrido”, remarcó Rosso, quien da la copa de leche a casi cinco mil chicos y a 700 comida en los comedores comunitarios.

    “Lo que uno hace está bien pero no me siento satisfecho cuando no veo la comprensión del problema. Con esta copa de leche no hago nada porque si creo que con esta leche y pedacitos de pan voy a afrontar ese 25% de desnutrición, me parece deshonesto hasta poner un cartel que diga ‘doy la copa de leche’”, apuntó duramente el religioso, quien aseguró que en 25 años de democracia no hubo ningún problema que haya abordado el problema de la miseria.

    Por último, el padre sostuvo que no hay una verdadera intención de ayudar a los mas necesitados y de erradicar los índices de pobreza que presenta nuestro país. Las ONG y los movimientos sociales no pueden hacerse cargo solos del problema, sino que el Estado debe crear una política pública seria para afrontar este problema.

    “Es mucha facha, no es realidad. No hay una colaboración seria pensada e incorporada a una actitud de gobierno. Las ONG no podemos resolver esto solo, sino que es el Estado el que debe resolver esto”, finalizó el padre.

    martes, 25 de agosto de 2009

    La vida humana en sus inicios

    Un libro para reflexionar sobre el valor de la vida humana desde sus inicios


    La Pastoral Familiar de la arquidiócesis de Santa Fe de la Vera Cruz acaba de editar “La vida humana en sus inicios: El problema del aborto y sus desafíos”, un libro que “ayudará, ciertamente a reflexionar y a formar una conciencia más clara sobre el significado, el alcance y la responsabilidad que nos corresponde desde el nacimiento de la vida humana”, según destaca en la presentación el arzobispo local, monseñor José María Arancedo.

    “Por su actualidad, lectura amena y sólida fundamentación, puede ser -consideró- un texto de mucha utilidad para los jóvenes en sus diversas instancias de formación, sea en instituciones educativas o grupos y movimientos juveniles, como también en la preparación para el matrimonio”.

    Monseñor Arancedo expresó su deseo de que “este trabajo encuentre en toda la sociedad, más allá de una pertenencia religiosa concreta, un espacio de reflexión que permita valorar la grandeza de la vida y la responsabilidad que ello implica. Estamos ante una cuestión que hace al respeto de la vida y la dignidad humana”.

    Es el fruto de un trabajo interdisciplinar -médicos, filósofos, abogados, psicólogos, psicopedagogos, ingenieros, docentes, sacerdotes y padres de familia- que aborda la belleza de la vida humana y el flagelo del aborto desde distintas perspectivas: genéticas, filosóficas, jurídicas, psicológicas, éticas y morales.

    También presenta estadísticas de organismos internacionales y nacionales sobre el aborto, preguntas y respuestas más frecuentes, un capítulo de testimonios de personas que abortaron y ahora están arrepentidas, personas que eligieron la vida de sus hijos sobre la propia, y de un presidente socialista que se opuso a la ley del aborto.

    La obra fue presentada formalmente el viernes 21 de agosto, a las 19, en la Universidad Católica de Santa Fe (UCSF).

    Puede adquirirse en las librerías Pablo VI y Paulinas, y también en el Economato del arzobispado de Santa Fe de la Vera Cruz.

    Informes: (0342) 4584488 o por correo electrónico libreriapablo@arnet.com.ar.

    El Tríptico de la Gran Misión Continental

    El Papa Benedicto XVI regaló a los Obispos que participaron en la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe, llevada a cabo en el año 2007 en Aparecida, Brasil, un retablo de arte cuzqueño, pintado a mano por el artista peruano Eduardo Velásquez. Se trata de una verdadera catequesis en imágenes. Una imagen que acompañará la gran misión continental que toda la Iglesia llevará adelante en América.

    Cada detalle del tríptico está lleno de belleza y simbolismo, siendo la tónica de todo el conjunto, fundamentalmente bíblica. Esta forma de presentar “el Evangelio” es muy antigua en la Iglesia. Ya desde el s. XV circulaba la llamada “Biblia Pauperum” o “Biblia de los pobres” que era una edición popular de textos bíblicos acompañados con muchas imágenes que iban enseñando sobre los misterios de la vida del Señor.

    La hermosa obra –abierta– posee tres cuerpos: en el centro, una gran imagen de Jesús resucitado y sobre ella una pequeña pintura del Padre y el Espíritu Santo. La columna de la izquierda está encabezada por Santo Toribio de Mogrovejo; la escena de las bodas de Caná; el encuentro de Jesús con sus primeros discípulos y el milagro de la multiplicación de los panes. La columna derecha en su esquina superior presenta a Santa Rosa de Lima; el encuentro de Jesús con los discípulos de Emaús; la venida del Espíritu Santo a los apóstoles en Pentecostés y san Juan Diego evangelizando. El retablo cerrado muestra a la izquierda el escudo papal y una dedicatoria que dice “Sean discípulos y misioneros de Jesucristo. Para que vuestros pueblos tengan vida en Él, Benedicto XVI, Aparecida 13 de mayo de 2007”. Y en su parte derecha, la imagen de nuestra Señora Aparecida. Todo el tríptico expresa el contenido teológico y programa pastoral de la V Conferencia. Así el conjunto del tríptico desarrolla el lema del encuentro: “Discípulos y misioneros de Jesucristo, para que nuestros pueblos en Él tengan vida. ‘Yo soy el Camino, la Verdad y la Vida’ (Jn 14,6)”.

    PARA LA CATEQUESIS

    Del Don a la Misión

    El esquema general de esta catequesis se articula en tres núcleos fundamentales: la Fe recibida (Don); la Fe vivida (alimento y sustento) y la Fe anunciada (Misión). Cada uno de estos núcleos se relaciona con el Encuentro con Jesucristo, el discipulado y la misión evangelizadora. Asi- mismo cada uno de ellos desemboca en una contextualización local con mirada continental.

    lunes, 24 de agosto de 2009

    Misión Continental

    La Conferencia Episcopal Argentina, que preside el cardenal Bergoglio, difundió una carta pastoral con orientaciones para sacerdotes, diáconos, comunidades religiosas y fieles laicos, para llevar a la práctica la Misión Continental propuesta por los obispos reunidos en Aparecida, Brasil.

    Tras una suerte de autocrítica que subraya los obstáculos que los sacerdotes han tenido en su relación con la feligresía, reconocen, citando a Juan Pablo II, que hay "errores, infidelidades, incoherencias y lentitudes pastorales que hay que abandonar".

    Los obispos convocan a “renovar (hacer nuevo) nuestro estilo evangelizador” y alcanzar “un renovado estilo misionero”, desde una “conversión pastoral que lleve a un estado de misión permanente, a partir de la pastoral ordinaria”, y de “misiones organizadas que encarnen y hagan visible este renovado estilo misionero”.

    También alientan a dejar de lado "estructuras caducas" o actitudes que los alejan del verdadero espíritu evangelizador.

    Los obispos auspician además, tomando como referencia el documento pastoral “Navega Mar Adentro”, una serie de acciones destacadas para “este tiempo de renovación misionera”.

    Proponen en este sentido alentar el estilo misionero en la pastoral orgánica y diocesana, en especial desde la parroquia; priorizar una pastoral misionera desde la catequesis de iniciación; promover el compromiso misionero hacia una sociedad justa y responsable, poniendo el énfasis “en la pastoral familiar y educativa” y trabajando desde la Doctrina Social de la Iglesia; y expandir procesos misioneros permanentes.


    Destacan en este sentido la falta de un plan programático, que supondría límites a una tarea sin plazos y abierta en sus posibilidades de expansión, por lo cual invitan a “un estado permanente de misión evangelizadora”, con las características propias de cada Iglesia particular.

    Para hacer visible esta opción misionera puede ayudar tener gestos y signos compartidos, como ser:

    - el tríptico obsequiado por el Papa Benedicto XVI en Aparecida, acompañado de una sencilla catequesis sobre su simbología de fe;

    - la oración de la Misión Continental preparada con textos del magisterio de Benedicto XVI en Aparecida;

    - el logo utilizado en Aparecida puede seguir siendo distintivo para los misioneros y para los subsidios que se preparen para esa labor;

    - a estos signos pueden asociarse otros actos inspirados y simultáneos relacionados con solemnidades litúrgicas, como Navidad, Pascua o Pentecostés, o fiestas Marianas.

    La arista social

    Los obispos explican que para saber cuál tiene que ser el estilo misionero que debe implementarse hay que partir de la realidad “con espíritu de fe y descubrir algunos elementos esenciales”. En relación con la “cuestión social”, sostienen que “abarca tanto las situaciones de exclusión económica como las vidas humanas que no encuentran sentido y ya no pueden reconocer la belleza de la existencia” y "el crecimiento del individualismo y el debilitamiento de los vínculos personales y comunitarios".

    Tras advertir la necesidad de “ayudar a plenificar la vida, a tener una vida más digna”, precisan que en la cultura nacional la dignidad de la vida se juega en el eje “inclusión-exclusión, comunión-aislamiento”.

    Texto completo del documento

    domingo, 23 de agosto de 2009

    Homilía Dominical

    21º Domingo del Tiempo Ordinario
    Lecturas
    Jos 24, 1-2. 15-17.18
    Ef 5, 21-32
    Jn 6, 60-69

    Hoy escuchamos el final del discurso sobre el Pan de Vida. Discurso que termina con una pregunta decisiva de Jesús a sus discípulos.

    Normalmente, si nos acercamos a alguna institución, comunidad, club, partido político, notamos que el intento de persuasión es para que nos quedemos. Es raro que lleguemos a un lugar y nos digan: ¿querés irte? Esa es la pregunta que le hace Jesús a los doce apóstoles, porque no quiere seguidores forzados ni discípulos obligados: quiere amigos libres.

    La pregunta del Señor tiene que ver con la situación que nos relata la primera lectura. El pueblo de Dios ha terminado la marcha por el desierto, ha llegado a la tierra prometida. En el camino han tenido que superar pruebas y dificultades; más de una vez lloraron y gritaron pidiendo la ayuda de Yahvé, que los alentó en su marcha hacia la libertad. Ahora las pruebas parecen haber quedado atrás, están instalados, empieza a irles bien, están progresando. Y Josué, sucesor de Moisés, les pregunta: ¿a quién querés servir, al Dios que te sacó de la esclavitud o a los dioses que adoran los pueblos que habitan en el lugar donde ahora estás? Es decir: tenés que decidirte.

    Muchas veces nosotros también vivimos situaciones semejantes: en los momentos de prueba y dificultad lloramos y reclamamos la ayuda de Dios, pero en los momentos buenos no siempre manifestamos la misma intensidad en nuestra amistad con El. Los momentos de dificultad nos ponen a prueba, pero en los momentos de bienestar las tentaciones son otras, a veces más sutiles y tenemos que estar alertas y vigilantes para no "instalarnos" en un falso bienestar.

    Además, la tentación que tuvo que superar Israel fue la de "acomodarse" a las prácticas religiosas y culturales de los pueblos que estaban en la tierra donde habían llegado. ¿No es también nuestra situación, en una sociedad donde nuestros criterios y estilos de vida no son aceptados por una inmensa mayoría? Este contraste por supuesto que nos enriquece con la tolerancia y el respeto por quienes piensan distinto, pero también nos obliga a tener clara nuestra identidad y a decidir continuamente acerca de nuestro compromiso de fe.

    Por último, es llamativa la afirmación de algunos seguidores, que dicen que el lenguaje de Jesús "es duro." ¿Cómo encontrar "duro" el mensaje de un hombre que había manifestado actitudes de bondad, cariño, misericordia, preferencia por los débiles? ¿Cómo encontrar "duro" el discurso de quien dio testimonio continuo de ternura y cercanía con todos, especialmente los pobres, los enfermos, los pecadores? Seguramente, lo que resulta "duro" es esta pretensión absoluta de Jesús: nadie está obligado a seguirlo, pero si lo hacés no podés hacerlo a medias. Cristo no quiere un "pedacito" de tu persona o de tu vida: quiere la totalidad de lo que sos. Ante Cristo es "todo o nada".

    Seguramente que en el camino muchas veces experimentaremos el peso de la debilidad humana: no parece ser ese el obstáculo para nuestro encuentro con El, si hay un sincero deseo de conversión y seguimiento. Este es el testimonio de Pedro, que aunque había caído muchas veces, tal como lo relata el Evangelio, sin embargo reconoció que Jesús es el mesías de Dios, es decir, el Salvador que por la fe da un sentido nuevo y pleno a su existencia humana.

    Lo que para los discípulos tibios fue "lenguaje duro" para Pedro es "Palabra de Vida eterna."
    ¡Qué también lo sea para nosotros!

    P. Gerardo Galetto

    Jornada Nacional de la IAM 2009


    Jornada Nacional
    de la Infancia y Adolescencia Misionera 2009

    A TODOS LOS ANIMADORES,
    NIÑOS y ADOLESCENTES
    QUE INTEGRAN LA IAM:


    ¡¡¡GRACIAS POR SU TESTIMONIO y GENEROSIDAD!!!

    160 años en Argentina

    La Jornada Nacional de la Infancia y Adolescencia Misionera de este año (domingo 23 de agosto) reviste un valor singular, ya que se conmemoran los 160 años de historia de la Pontificia Obra de la Santa Infancia presente en nuestro País, y que lentamente fue incorporando a los adolescentes trasformándose en Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera. Esta jornada propone a los niños y adolescentes de todas las diócesis un programa de vida fundado en la oración, el sacrificio y gestos concretos de solidaridad, como camino de formación de los discípulos misioneros de Jesús y para hacer discípulos misioneros de Jesús en una relación de amistad con los niños y adolescentes del mundo entero.



    Subsidio para Niños

    Subsidio para Adolescentes

    sábado, 22 de agosto de 2009

    El escándalo de la pobreza

    Hemos asistido últimamente a una discusión sobre la pobreza. A ello se sumó una carta que el Santo Padre nos envió con motivo de la colecta anual de Más por Menos, en la que nos decía que había que reducir “el escándalo de la pobreza”. Este hecho, que ocupó la atención durante unos días, creo que fue bueno si sirvió para plantear la exigencia moral y política de una situación que debemos asumir. No se trata sólo de números de una estadística sino de personas, no hay pobreza: hay pobres.

    También debemos lamentar la falta de índices objetivos que nos impiden un diálogo serio sobre esta realidad. Esto es, lamentablemente, un signo de pobreza institucional en nuestro país. Lo que no podemos negar, porque sería un acto necio e irresponsable, es que el drama de la pobreza que venía decreciendo, es cierto, ha crecido últimamente. Este hecho que surge de las estadísticas, me lo dice también la gente de Caritas que tiene un contacto personal y permanente con esta realidad.

    La pobreza no puede quedar librada a actos de caridad o generosidad individual o de instituciones de bien, sino que se trata de un tema que hace a la justicia social y, por lo ello, pertenece a la sociedad políticamente organizada. La caridad no puede ocupar el lugar de la justicia, sino que la presupone y perfecciona. La pobreza, por otra parte, engendra más pobreza y esto lleva a la marginalidad. Es decir, la falta de medios en la que viven muchas personas a causa de la pobreza las aísla y les impide participar de los bienes de la educación, la salud y el trabajo, disminuyendo sus condiciones psicosociales. Puede parecer exagerado afirmar, pero lo asumo como un juicio que hace el Observatorio de la Deuda Social Argentina, que la mayoría de los argentinos no logró superar las condiciones de vida de sus padres.

    Este debilitamiento en las condiciones psicosociales significa que la pobreza crea dificultades en el hombre para comprender, razonar y queda sometido, por lo mismo, a las condiciones adversas de su entorno. El pobre vive un presente sin capacidad para proyectar ni planificar su propia vida, ni poder enfrentar los problemas de un modo resolutivo. Existe también una conexión perversa entre la pobreza y la falta de libertad, que hace del pobre alguien sin mayores posibilidades y muchas veces utilizado. Como vemos, la pobreza deja de ser un hecho económico para ser principalmente un tema moral y político. Por ello escuchar hablar del escándalo de la pobreza es un juicio que nos duele pero nos hace bien, si sabemos reaccionar con un compromiso moral y de altura política.

    Frente a esta realidad que compromete la dignidad del hombre, creo que la mejor respuesta es hablar de la necesidad y el valor de un trabajo digno. La mayor pobreza para el hombre es no tener trabajo y no poder sentirse protagonista de su propia vida y parte activa de la sociedad en que vive. La pobreza que lleva a la marginalidad hace del pobre un ser sin esperanza. Hace de él alguien que está en la sociedad pero que no se siente parte de ella y va creciendo con sus propios códigos. Terminamos siendo ajenos, extraños, en nuestra propia casa. Por otra parte, la misma sociedad que los excluye, luego, con cierto cinismo, los juzga en sus fragilidades, incapacidades y consecuencias. Este hecho reclama algo más que actitudes testimoniales individuales, que siempre son necesarias porque elevan la vida moral de la sociedad. Me refiero a la necesidad de planes de largo plazo que suponen políticas que superan el alcance de un gobierno, porque pertenecen a la nación como Estado. Ésta es otra de las pobrezas de nuestra querida Patria.

    Reciban de su Obispo, junto a mi afecto y oraciones, la bendición de Dios que es Padre de todos.



    Mons. José María Arancedo

    Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

    viernes, 21 de agosto de 2009

    San Pío X - Día del Catequista

    ¡GRACIAS por llevarnos
    al encuentro con Jesús
    !

    ¡¡¡ MUY FELIZ DÍA A TODOS LOS CATEQUISTAS!!!



    Son muchos los caminos que llevan a ser catequista y, en todos los casos, suelen surgir muchas preguntas en torno a la tarea: ¿Lo podré hacer? ¿Lo podré hacer bien? ¿Estaré suficientemente formado? ¿Recibiré apoyo de la comunidad? Sin embargo, al ir entrando en el maravilloso mundo de la catequesis, las preocupaciones van cambiando. Se comprende que lo más importante es transmitir con amor el mensaje de Jesús y compartir con los demás la experiencia del encuentro con Cristo.

    Así, el catequista se convierte, definitivamente, en una persona que cree y sigue a Jesucristo viviendo la alegría de ser su testigo. Lo escucha en la oración y en la lectura del Evangelio y lo descubre en el discernimiento comunitario y en la vida cotidiana intentando ver a las personas, las cosas, las situaciones, tal y como Jesús las vería hoy. El catequista se reconoce en búsqueda, en camino; no se cree ni dueño de la verdad ni el "maestro" que llega para esclarecer a los demás sino un instrumento que el mismo Jesús, presente en la comunidad, envía y sostiene para superar las oscuridades y dificultades. Es parte de la gran marcha de creyentes que han recorrido y aún recorren la historia. Marcha que fue iniciada por el pueblo de Israel y ha continuado en la Iglesia y que, a través de ella, continuamos hoy nosotros.

    San Pío X, patrono de los catequistas

    San Pío X

    Giuseppe Melchiorre Sarto nació en una familia pobre, humilde y numerosa, el 2 de junio de 1835 en Riese, Italia. En 1850 ingresó al seminario de Padua y fue ordenado sacerdote el 18 de setiembre de 1858. Su primera labor pastoral la realizó en la parroquia de Tómbolo-Salzano, distinguiéndose, además de por su gran caridad para con los necesitados, por sus ardorosas prédicas que atraían hasta a los más alejados del mensaje del Evangelio. En 1884 fue ordenado obispo para la diócesis de Mantua y en 1893, León XIII le concedió el capelo cardenalicio y lo trasladó a Venecia. En ningún momento cambió su modo de ser: sencillo, muy humilde, ejemplar en el amor a los más pobres.

    A los pocos años, al morir León XIII, fue elegido su sucesor y su "programa pontificio" no fue otro que el del Buen Pastor: alimentar, guiar y custodiar el "rebaño humano" y buscar a las ovejas perdidas para atraerlas hacia Jesús. La preocupación de Pío X por la santidad de la Iglesia lo llevó a actualizar los seminarios y fundar numerosas bibliotecas eclesiásticas. También se lo recuerda por sus aportes a la música sagrada y a la liturgia y la reforma de la liturgia de las horas. Permitió la comunión diaria a todos los fieles y cambió la costumbre de la primera comunión: para que los niños pudieran recibirla a partir de los 7 años. Impulsó la enseñanza del Catecismo porque sabía que apartar de la ignorancia religiosa era el inicio del camino para recuperar la fe que en muchos se iba debilitando y perdiendo. Promovió un nuevo Código de Derecho Canónico que terminó de redactarse en 1917, bajo el pontificado de S.S. Benedicto XV. Pío X impulsó una reforma de la curia romana, encomendó la revisión de la Vulgata a los benedictinos (1907), fundó el Pontificio Instituto Bíblico en Roma (1909) y dio inicio a la publicación de la llamada Acta Apostolicae Sedis (1909), que aún hoy es la publicación oficial que trae los documentos pontificios.

    Falleció el 20 de agosto de 1914, poco antes del estallido de la llamada "primera guerra mundial". El 14 de febrero de 1923 se introdujo su causa de beatificación y fue canonizado el 29 de Mayo de 1954. Indudablemente fue adoptado por la gente como patrono de los catequistas por su sencillez, sus raíces rurales -que jamás dejó de lado- y por su ardor misionero y evangelizador.


    jueves, 20 de agosto de 2009

    Pobreza: "No discutir, sino hacer más"

    Mons. Villalba, Card. Bergoglio y Mons. Arancedo
    Miembros de la Comisión Ejecutiva

    Los obispos culminaron hoy la 153° reunión de la Comisión Permanente del Episcopado, que preside el cardenal Jorge Mario Bergoglio, arzobispo de Buenos Aires, recordando que es necesario desarrollar políticas públicas para combatir la pobreza en el país, aunque no hubo un pronunciamiento por escrito como especuló la prensa.

    Sin un pronunciamiento por escrito, fue el vocero episcopal, presbítero Jorge Oesterheld, quien dio detalles de lo actuado a lo largo de tres jornadas de deliberaciones, matizadas por el estudio de cuestiones intraeclesiales y un diagnóstico de la realidad social del país.

    En declaraciones a la prensa, en la puerta de la sede del Episcopado, el portavoz rechazó las críticas al modo de medir la pobreza que realiza la Universidad Católica Argentina, a través del Observatorio de la Deuda Social.

    "Es un trabajo científico de la UCA que está disponible y publicable. No creo que pueda llamárselo subjetivo", dijo el presbítero Oesterheld, al negar las insinuaciones en este sentido del jefe de Gabinete nacional.

    El vocero episcopal insistió en que "el tema no es discutir cifras sino preocuparse por hacer algo".

    Tras recordar que la Iglesia viene trabajando sobre esta problemática desde hace tiempo, precisó que durante la reunión se “profundizó la cuestión” y se buscaron acciones concretas para contribuir a la lucha contra la pobreza.

    Agosto: Fiesta de la IAM

    En agosto la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM) está de fiesta porque celebra sus 160 años de vida en la Argentina. Celebrar un aniversario es motivo de acción de gracias, de evaluación y de proyección donde uno ‘hace fiesta’ celebrando ese acontecimiento significativo, donde hacemos memoria del cuidado y amor de Dios en los hechos importantes de nuestra vida, para darle sentido al hoy y proyectar el corazón hacia delante”. Así lo expresa la hermana Marcela Davies, secretaria nacional de la IAM, en un artículo que escribió con motivo del aniversario.

    Agrega que en este festejo “estamos todos invitados a la acción de gracias porque los niños, adolescentes, animadores y todos los que forman parte de esta linda familia de la Infancia y Adolescencia Misionera, son y hacen amigos para Jesús” y “por todas las personas que desde su misión y entregando sus dones y tiempo han ayudado a que la IAM crezca y se expanda a lo largo y ancho de nuestra patria”.

    La religiosa también invita a “compartir todos los proyectos en favor de los niños y adolescentes necesitados del mundo y todo lo que a lo largo de este año se han hecho con la colaboración material de los niños y adolescentes de nuestro país”, y “a rezar para que la IAM siga siendo lo que soñó Forbin Janson al fundarla: un espacio donde los mismos niños y adolescentes puedan desarrollar sus capacidades creativas desde la cooperación material y espiritual sean ayuda para niños y adolescentes que sufren en el mundo”.

    Acerca de la IAM

    “La Obra Pontificia de la Infancia y Adolescencia Misionera es un servicio de la Iglesia Universal y de las iglesias particulares en favor de la animación, formación y comunión misionera de los niños, adolescentes y sus animadores para que cooperen con la evangelización universal, especialmente de los niños y adolescentes”, explica la hermana Davies en otro artículo.

    Como finalidad primera y principal, “busca que los niños y adolescentes crezcan en el espíritu misionero universal y sean apóstoles de los niños y adolescentes del mundo”.

    “En la Iglesia existen numerosos movimientos y organismos infantiles de carácter general como específicamente misioneros, pero la IAM tiene una identidad específica por ser una de las cuatro Obras Misionales Pontificias”, indica.

    Obra: Se llama Obra porque representa una “organización” eclesial, con objetivos y servicios bien definidos y permanentes, que se distinguen de una simple actividad apostólica transitoria.

    Pontificia: Por razón de su universalidad, la IAM depende directamente del Santo Padre, vive y presta su servicio como Obra de la Iglesia universal.

    La IAM es el principal servicio de la Iglesia para la Pastoral Misionera con los niños y adolescentes.

    Infancia y Adolescencia: Es una obra de los niños y adolescentes en favor de los niños y adolescentes. Es un espacio donde ellos no solo son destinatarios de formación y servicios, sino que se transforman en verdaderos protagonistas de los mismos.

    Misionera: Educa en el espíritu misionero universal. No es un organismo simplemente de solidaridad con los niños pobres de las misiones para proporcionarles los bienes de alimentación, vestimenta, instrucción o asistencia médica, sino que en esta Obra los niños y adolescentes, se forman, organizan y educan en el espíritu misionero, realizando su cooperación misionera, principalmente para compartir la Fe, don recibido en el Bautismo.

    Actualmente la IAM está presente en 150 países y colabora en más de 4.000 proyectos (7.000 dispensarios, 2.000 hospitales, 2.800 orfanatos, 15.000 guarderías, 38.799 escuelas primarias, 13.000 escuelas secundarias).

    miércoles, 19 de agosto de 2009

    Día del Catequista

    El 21 de agosto, fiesta de San Pío X, celebramos el Día del Catequista. Quiero invitarlos a valorar y agradecer en este día la tarea del catequista, porque es un testigo y servidor que cultiva la fe de nuestros niños. A la fe se la trasmite, pero por ser algo vivo se la debe cuidar y hacer crecer. Estamos hablando de alguien que es esencial en la vida de la Iglesia, incluso en la sociedad. Una comunidad se mantiene viva cuando hay cauces de transmisión de valores, de cultura, en nuestro caso del contenido y la vivencia de la fe.

    Ante todo es importante recordar que los primeros catequistas para sus hijos son sus propios padres. Si bien podemos hablar de una delegación de los padres a los catequistas de la parroquia, esto no significa que ellos pierdan su condición de primeros catequistas. Por el contrario, lo correcto es decir que el catequista colabora con la responsabilidad primera de los padres. Esto aparece muy claro en la catequesis familiar, donde la catequesis tiene su primer anclaje en la fe y la vida de los padres.

    Aceptando esto como una verdad primera de la catequesis, quiero detenerme a considerar la persona del catequista. ¿Quién es? Lo conocemos, es una mujer, un hombre, un joven tal vez, que dedica parte de su tiempo a acompañar este camino de crecimiento en la fe, tanto de los niños como de sus padres. Alguien que se ha preparado, que ha estudiado y se pone al servicio desde la Iglesia. Como vemos, es un servidor que asume la misión de la Iglesia para acompañar y dar crecimiento a la fe de nuestros niños e iniciarlos en la vida de la comunidad cristiana. Lo decíamos al principio, no es sólo un trasmisor de contenidos religiosos sino un testigo vivo de lo que trasmite. Ellos forman parte de esa silenciosa riqueza en la Iglesia, que vive con generosidad el don de la fe recibida. Cuánta alegría me da al verlos con sus chicos, y a veces con los padres, cuando visito las parroquias con ocasión de las confirmaciones.


    Para definir al catequista he hablado de misión de la Iglesia, de testigo y servidor, de crecimiento en la fe e iniciación en la comunidad. En otras palabras, el catequista es alguien que ha comprometido su vida con el Evangelio y desde la comunión de la Iglesia al servicio de sus hermanos. Por ello los veo como quienes han asumido como ideal de su vocación cristiana, un camino de compromiso eclesial y de santidad. Si bien su corazón se mueve por la gracia del Espíritu Santo que los lleva a predicar a Jesucristo y no buscan otra recompensa, sin embargo, no debemos olvidar nuestro deber de gratitud para con ellos, esto les hace bien, pero sobre todo nos hace bien a nosotros. La gratitud es un signo de grandeza espiritual. Qué bueno que en este día tengamos una palabra de cercanía y reconocimiento hacia quienes tanto bien hacen con su entrega generosa al servicio de nuestros niños.


    Pidiéndole al Señor para que todos nuestros catequistas vivan en este día la alegría de trasmitir y cultivar la fe de nuestros niños, les hago llegar, junto a mis oraciones, mi bendición de Padre y amigo en el Señor Jesús y Nuestra Madre de Guadalupe.

    Mons. José María Arancedo
    Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz