Nuestra Señora de Belén

Horarios de Misa

Jueves: 19.30hs.
Sábados: 20 hs.
Domingos: 10 hs. Misa para niños, y 20 hs.

Confesiones: después de Misa.

Bautismos: segundo y cuarto domingo de cada mes.


Secretaría Parroquial


Jueves: 18.30 a 20 hs.
Sábados: 18.30a 20 hs.
Domingos: 11 a 12 hs.


CARITAS

Martes de 14 a 18 hs.



Nuestro Párroco

Pbro. Daniel Gazze



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sábado, 5 de junio de 2010

Solemnidad de Corpus Christi


La Fiesta del Corpus Christi que celebramos este domingo, nos habla de la presencia de Jesucristo en la Iglesia de un modo único. "Este es el Misterio de la Fe", es la expresión con la que el sacerdote indica este modo de presencia única, luego de la consagración en la Misa. La fe de la Iglesia se apoya en la palabra que Jesucristo nos ha dejado. La Eucaristía es la celebración, precisamente, de esta Palabra.

San Pablo, testigo y apóstol de esta verdad, les decía a los Corintios: "Lo que yo recibí del Señor, y a mi vez les he trasmitido, es lo siguiente: El Señor Jesús, la noche en que fue entregado, tomó el pan, dio gracias, lo partió y dijo: Esto es mi Cuerpo, que se entrega por ustedes. Hagan esto en memoria mía" (1 Cor. 11, 23-24). El sacramento de la Eucaristía, el Corpus Christi, es, el modo con que Cristo se ha querido quedar con nosotros.

Jesucristo, como vemos, no nos ha dejado sólo una doctrina sino una vida, la Vida de Dios. Por ello el sacramento de la Eucaristía, la comunión, se presenta, en la pedagogía de Dios, en forma de alimento, para expresar su significado e importancia en nuestra vida. También se acostumbra a llamarla: "el pan del peregrino". Cuando san Juan trata de explicarle a los primeros cristianos esta verdad, les recordaba las palabras que Jesús les había dicho a ellos, a los apóstoles: "Yo soy el Pan de vida, les decía. El que coma de este pan vivirá eternamente. Porque mi carne es verdadera comida" (Jn. 6, 48. 55). A través de este realismo del pan, "que es mi Cuerpo", Jesucristo ha querido dejarnos su Vida como alimento espiritual. Cuándo celebramos esta Palabra del Señor hecha vida para nosotros? La celebramos en la Santa Misa. Por ello no puede haber una vida cristiana que no diga relación a esta presencia de Jesucristo. Recuerdo a aquellos primeros mártires cristianos que decían: "no podemos vivir sin la Misa del domingo", porque es el día en que nos reunimos para escuchar la Palabra de Dios y alimentarnos con la Eucaristía.

Hoy la Iglesia quiere, en el día del Corpus Christi, expresar su gratitud a Dios y manifestar públicamente el don que ha recibido del Señor. En un sentido, la devoción y el amor a la Eucaristía, expresan la identidad de la fe cristiana como se vive en la Iglesia Católica. La Iglesia nace y crece en torno al altar. La Eucaristía es fuente y cumbre de la vida de la Iglesia. Si bien es alimento en esta vida, es pan del peregrino decíamos, es también anticipo y profecía de la vida futura. En ella ya participamos de lo definitivo en la vida del hombre, que es su vocación de encuentro último con Dios: en la Eucaristía ya vivimos esta verdad. Ciertamente tenemos que prepararnos para este encuentro con Cristo. San Pablo concluía en el texto citado diciendo: "Por eso, el que coma el pan o beba la copa del Señor indignamente tendrá que dar cuenta del Cuerpo y de la Sangre del Señor" (1 Cor. 11, 27).

Queridos amigos, los invito a acercarse en este día a sus Parroquias para celebrar y acompañar la presencia de Jesucristo en la Eucaristía. Reciban de su Obispo, junto a mi afecto y oraciones, mi bendición en el Señor.



Mons. José María Arancedo

Arzobispo de Santa Fe de la Vera Cruz

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